La Copa, tal y como está diseñada, suele ser un estorbo para los equipos de Segunda. Sin embargo, algunas veces da alegrías y esperanzas. Es el caso del Córdoba, que más allá de verse en la siguiente ronda con el Getafe, ha llenado su vacío depósito de autoestima gracias a su goleada en Elche (1-4). El resultado, excelente de por sí, vino acompañado también de buen juego, y a eso es a lo que se agarrará hoy ante un Deportivo que llega en plena forma (sigue el partido en directo en As.com). Los de Natxo son terceros, han sumado 10 de los últimos 12 puntos en juego y su caudal de fútbol y control de los partidos crece jornada a jornada. El optimismo es tal en A Coruña que controlar la euforia se empieza a volver necesidad si el equipo quiere mantener el paso.
La angustia, obviamente, es local. Sandoval, héroe hace unos pocos meses con una salvación milagrosa, está en la cuerda floja. El Córdoba es colista y sólo ha logrado una victoria en las primeras nueve jornadas. La fiesta en la Copa ha sido un soplo de aire fresco, pero el técnico madrileño necesita confirmar esa reacción en Liga, la competición que realmente da de comer. Para lograrlo se aferra al Nuevo Arcángel, donde su equipo ha sumado los seis puntos que luce en su casillero.
Más tranquilo llega Natxo, que además recupera a Quique, su pichichi, después de cumplir un partido de sanción por hacer una chilena. Cosas de este fútbol; o de estos árbitros, o de estos comités. El delantero pucelano será la pareja de ataque de Carlos, un joven sevillano que amenaza al califato cordobés después de firmar un hat-trick ante el Elche. Entre los dos suman diez goles, seis más que todo el equipo andaluz. Pura dinamita.
