“Podemos lograr el objetivo siendo un Rayo reconocible”

—¿Cómo está el equipo?
—En proceso de construcción y adaptándose a la categoría. El grupo está fuerte, con la sensación de que va a ir a más y los resultados llegarán pronto.

—Ahora reciben a un Getafe con el sello de Bordalás.
—Ha logrado que el equipo juegue como él quiere y eso dice mucho de un técnico. Tácticamente está muy bien trabajado. Juega mucho por fuera, tiene profundidad, defiende bien y junto...

—¿Qué lectura hace de este mal inicio del Rayo?
—Comenzamos con dos partidos difíciles como Sevilla y Atlético cuando no teníamos el cien por cien de la plantilla. Sólo hemos hecho una muy mala primera parte y fue ante el Leganés. En el resto hemos sido capaces de competir y hacer cosas bien. Hay que mejorar la defensa de transición y que se vea nuestra forma de jugar.

—¿Les llega la preocupación que se respira en el exterior?
—Dentro, tenemos la preocupación de dar a nuestra afición una victoria en casa lo más rápido posible. Será un punto de inflexión. Eso no debe ser una presión sino un estímulo.

—¿Cómo lleva que se hable de su continuidad?
—Muy bien porque confío en mi trabajo. Un técnico percibe si un jugador está con él y noto que ellos dan lo máximo entrenando, quieren que las cosas salgan bien y apuestan por nuestra forma de jugar. Eso me da tranquilidad. Trabajamos para que todos den su mejor versión, si lo conseguimos pronto daremos guerra.

—¿Siente el respaldo del club?
—Sí. Desde que llegué noté que puedo trabajar a gusto y tomar decisiones que se respetan.

—¿Y a qué se refiere con eso de “dar guerra”?
—La temporada pasada otros técnicos me decían que les gustaba lo que estábamos haciendo. Eso me llenó de orgullo. En Primera busco lo mismo: conseguir nuestro objetivo y que a la gente le llegue nuestra forma de jugar. Que el Rayo consiga resultados siendo un equipo reconocible. Queremos que la afición se vaya orgullosa de cómo juega su equipo.

—Con esta filosofía, ¿se pueden sacar buenos resultados?
—Estamos en proceso de ser eficaces con nuestra forma de jugar. Hay plantilla para usar diferentes sistemas, manteniendo las señas de identidad.

—Se enfrenta a varios debates… Uno es el de la portería.
—Alberto y Dimitrievski son dos porteros de nivel y tienen mi confianza. Se irá viendo. Dimitrievski vino más tarde y Alberto comenzó, tenía los conceptos del curso anterior, conocía la plantilla… Dimitrievski tendrá su oportunidad, pero no sé cuándo ni en qué situación.

—Otro, la suplencia de Embarba.
—Es un jugador importantísimo y lo sabe. Entiendo que haya pasado por una situación difícil. Había sido titular conmigo y le chocaría verse suplente, pero eso no quiere decir que no cuente con él. Al revés. Nos tiene que dar muchísimo.

—¿Irán al mercado invernal?
—Si pido a mis jugadores máxima concentración en el día a día, no puedo pensar en qué pasará dentro de dos meses. El partido ante el Getafe es nuestra única obsesión.

—Chori dejó la puerta abierta a su vuelta en enero...
—No lo sé, no sé qué ha hablado con el presidente.

—¿Qué importancia tendrá Vallecas en la salvación?
—Es clave para conseguir cualquier objetivo. Necesitamos romper cuanto antes esa sensación de que estamos mal en casa.

—Aquello del partido aplazado… ¿les cambió el pie?
—Siempre me centro en lo deportivo, aunque el comienzo de curso ha sido raro. El estadio, no tener toda la plantilla, el césped de la Ciudad Deportiva mal… pequeños detalles que no ayudaron, pero que no son excusa. Ya están solucionados y hay que mirar hacia delante.

—La afición les pidió más implicación en el tema del estadio.
—El cuerpo técnico y los jugadores nos hemos involucrado y desde el club igual. Queríamos una solución cuanto antes para que nuestra afición no se viera perjudicada y tuviera la máxima seguridad y las mejores condiciones en Vallecas.

—¿Cómo es entrenar al Rayo en Primera?
—Es un sueño que implica una responsabilidad. Valoro dónde estoy y disfruto del día a día.

—¿A qué consejo se aferra?
—Me están llegando mensajes diciendo: ‘No cambies ni tu forma de ser ni tus ideas’. No puedo hablar mal a un jugador porque hayamos perdido o cambiar mi pensamiento sobre él por un día malo. Sería un error.

—Sus equipos siempre han ido de menos a más...
—Si viera que con esta idea no hay remedio y jugando así no ganaríamos, cambiaría. Pero lo tengo tan claro… Los buenos resultados vendrán ya.