El entrenador del Real Valladolid , Sergio González, no estuvo en la primera sesión de la semana porque recibió ayer el premio de mejor entrenador catalán del año junto a otro viejo conocido de la afición blanquivioleta como es Rubi . Este premio otorgado por la Federación Catalana de Fútbol se entrega cada año dentro de una gala que premia a los más destacados del fútbol regional de aquella región. El técnico, que no pasó por la alfombra roja, señaló al recoger el trofeo: “Muy contento y agradecido por compartirlo con Rubi, a quien tengo una gran estima. Estoy muy agradecido a la Federación Catalana, al Valladolid y al cuerpo técnico”. Ya en el capítulo de agradecimientos, el actual entrenador tuvo muy claro quiénes serían los destinatarios: “Se lo quiero dedicar a mi esposa (Irene). Cuando nos llegó la oferta del Valladolid, mi mujer estaba embarazada y fue una decisión difícil. También se lo quiero dedicar a mi madre, ella ya sabe por qué”. No se olvidó tampoco Sergio González del club que le ha vuelto a meter en la rueda y con el que está haciendo una gran primera vuelta después de ascender: “El Valladolid ha hecho una apuesta, les estoy muy agradecido y estoy muy contento allí. También estoy agradecido a los jugadores, que han sabido ejecutar las consignas que les damos. La vida del entrenador es volátil, hay que saber aprovecharla”