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BARCELONA

De Jong, De Ligt… y Cillessen se reivindican contra Alemania

El mediocentro pretendido por el Barça fue de más a menos y el central deseado por Pep Segura, de menos a más. El portero estuvo segurísimo..., con Ter Stegen en el banquillo.

Frenkie de Jong.
PIROSCHKAREUTERS

El Holanda-Alemania que se jugó este sábado por la noche en el Amsterdam tenía múltiples atractivos en las oficinas del Barça. Ronald Koeman, ex azulgrana y actual seleccionador oranje, alineó en el once titular a Jasper Cillessen, que sólo ha tenido minutos oficiales con Holanda esta temporada, y a dos de los grandes objetivos del Barcelona para la próxima temporada: Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong.

Cillessen hizo un partido completísimo. Resultó curiosa la imagen, con el holandés como portero titular y Ter Stegen como suplente de un Neuer insegurísimo y fallón en el 1-0 holandés. Cillessen paró todo lo que le llegó. Un cabezazo y un disparo de Uth en la primera parte, un remate de Draxler en la segunda… Estuvo segurísimo bajo palos y defendió con mucha seguridad los numerosos saques de esquina que botó Kroos para Alemania. Y, por supuesto, demostró su carácter amenazante en los saques de portería con su tremendo golpeo que se convierte en un problema para las defensas adelantadas. Viendo desenvolverse a Cillessen, es lógico entender que se sienta frustrado en el Barça y que esta vaya a ser su última temporada de azulgrana.

Frenkie de Jong fue de más a menos. Acabó visiblemente fatigado y fue sustituido por Koeman en el minuto 77 después de una segunda parte en la que se diluyó. En la primera, sin embargo, demostró que tiene todas las características para jugar en el Barça, especialmente una cualidad destacadísima: cómo rompe la primera línea de presión. Quien piense en una fotocopia de Busquets, no está en lo cierto. De Jong no juega a dos toques. Le gusta conducir (lo hace fabulosamente con la pierna derecha) y crear superioridades con esa conducción. Pierde algo de claridad cuando avanza metros y en ocasiones aún no toma la mejor decisión por no regresar al punto de partida e iniciar la jugada. Pero su calidad para limpiar rivales con la primera arrancada ya le aclara mucho el juego.

El partido de Matthijs de Ligt fue exactamente lo contrario. Empezó dubitativo y sin entenderse con el lateral Dumfries. Werner lo arrastró a la banda y luego le cogió la espalda en varias ocasiones. Sus primeros veinte minutos resultaron bastante inseguros. Sin embargo, fue creciendo en el partido y acabó infranqueable en dos mano a mano contra Sané y el mismo Werner. También salvó un centro peligroso. No es un futbolista con una salida limpia de balón. Al contrario, pareció un futbolista áspero, pegajoso y fuerte al que, eso sí, falta una punta de velocidad de reacción para jugar con tantos metros por detrás como hace el Barça.