Los 'millennials' de la Real
El club confía en los jugadores formados en Zubieta nacidos entre el 94 y el 97, y que ya triunfan en el presente: Elustondo, Zubeldia, Oyarzabal, Sangalli, Bautista, Gorosabel...
El futuro de la Real Sociedad pasa por el crecimiento de cuatro generaciones de jugadores que el club ha ido mimando y trabajando de forma exhaustiva en Zubieta en las categorías inferiores. Son las generaciones de jugadores que han nacido entre 1994 y 1997, los llamados 'millenials' de la Real. Cuatro años muy prolíficos en el trabajo de cantera de la entidad donostiarra y que ya ha empezado a dar sus frutos en el primer equipo. Están llamados a ser el relevo y ocupar el hueco de los Asier Illarramendi, David Zurutuza, Rubén Pardo... Estos nuevos 'potrillos' del primer equipo son los que, tal y como dijo Asier Garitano, el entrenador realista, "deberán liderar el club en los próximos años". Ya lo han empezado a hacer, y por abajo asoman la cabeza más futbolistas de esas generaciones.
Se trata de diez jugadores de la actual primera plantilla de la Real. A la generación del 94 pertenecen los defensas Aritz Elustondo y Kevin Rodrigues. En 1995 nacieron Luca Sangalli y Jon Bautista, que fueron vitales contra el Athletic de Bilbao. A estos se unen el lesionado de gravedad Martín Merquelanz, el lesionado ahora con el filial Jon Guridi, y Eneko Capilla, que está esta temporada cedido en la Cultural y Deportiva Leonesa. A la generación del 96 pertenece el lateral derecho Andoni Gorosable, que jugó un partidazo en su primera aparición este año en San Mamés, y el lesionado David Concha, además de los chavales del filial Andoni Zubiaurre, Ánder Guevara y Celorrio, que ya entrenan habitualmente con el primer equipo. Y de 1997 son Igor Zubeldia y Mikel Oyarzabal, las dos últimas grandes promesas que ha dado Zubieta y que ya lideran el equipo de Asier Garitano, porque son los únicos que han disputado de inicio todos los partidos. Por abajo asoman la cabeza los dos centrales del filial, Le Normand y Adrian Lapeña, que también están habitualmente en la dinámica de los entrenamientos del primer equipo.
Todos estos jugadores forman parte de cuatro generaciones sobre las que se sustentan las bases del crecimiento de la Real. Son los nuevos 'millenials' de la Real, aunque el proceso de la cantera, de surtir de promesas al primer equipo no para, y la generación Z también empieza a asomar la cabeza por el primer equipo. Por ahí aparecen los atacantes Nais Djouahra y Roberto López, nacidos en el año 2000; y el delantero Dávila, del año 1999. Es el mejor ejemplo del trabajo de cantera en la Real, la clave para la subsistencia de la Real, como quedó demostrado en el derbi de San Mamés, donde Asier Garitano alineó a nueve jugadores de la cantera que resultaron vitales en el desarrollo final del partido. Todos ellos han pasado por las manos de Imanol Alguacil, técnico del filial los últimos años y que hizo un gran servicio al primer equipo los últimos nueve partidos del primer equipo el pasado curso. "Estamos todos orgullosos, incluso los propios compañeros ahora del filial. Se lo dije así a mis jugadores el otro día. Porque han ayudado a que eso se haga realidad. Siendo entrenador de la cantera es un gusto verles competir así en San Mamés, nos llena de orgullo y nos hace seguir en la misma línea de trabajo diario en Zubieta para que den poco a poco pasos para que lleguen al primer equipo de la Real", señala el entrenador oriotarra, que no duda en añadir, que sabe mejor ganar un derbi con la cantera como protagonista. "Estamos todos de acuerdo en que sí, incluso como se celebró, marca mucho. Si son ocho en vez de siete, mucho mejor. Siempre. Todos los que seguimos a la Real estamos muy orgullosos de que hubiera tanta gente canterana en el derbi".