Sacko y Rafa Mir, bajas contra la UD Almería

Tras la jornada de descanso de este lunes, la primera plantilla de la Unión Deportiva Las Palmas empezará a preparar mañana, a las 18.30 horas y en sus instalaciones de El Hornillo, el partido del sábado contra el Almería, 19.30 hora insular, en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.

Con la enfermería vacía, a excepción de Peñalba, Manolo Jiménez contará con dos bajas obligadas para el partido de este fin de semana. Así, el entrenador sevillano no podrá contar ni con Rafa Mir ni con Sacko, que deberán atender a diferentes compromisos internacionales con las selecciones de España sub21 y Mali. Ambos futbolistas no estuvieron ayer en el entrenamiento de carácter regenerativo que se llevó a cabo en Telde. Mir se desplazó por la mañana hacia Madrid, mientras que Sacko se marchó por la tarde a Mali previo paso por Marruecos. Es la segunda vez este curso en la que acuden a la llamada de su país.

Un extraño murmullo recorrió el sábado el Estadio de Gran Canaria nada más comenzar la segunda parte del UD-Alcorcón. Ocurre que Sergio Araujo, ni que fuera un hijo pródigo, había salido a calentar para sustituir, en el minuto 52, a un desacertado Rafa Mir. La expectación se había levantado mucho antes, cuando la propia entidad grancanaria anunciaba, a principios de semana, que el delantero argentino estaba “clínicamente curado”.

El viernes, en la vespertina rueda de prensa previa a la cita con el conjunto alfarero, Manolo Jiménez ofreció alguna pista, pero lo fió todo a las “sensaciones” del ‘10’ amarillo tras el entrenamiento que tuvo lugar posteriormente. “Hay que valorar qué sensaciones tienen los recién recuperados. Tras el entrenamiento decidiré con quién cuento y con quién no. Una cosa es el alta clínica y otra, la sensación del jugador y su nivel competitivo. Todo el mundo está esperando que vuelvan, y yo también. Especialmente uno”, aseguraba Jiménez. Un par de horas antes del partido, cuando se dieron a conocer alineaciones y convocatoria, no había dudas: el regreso a Las Palmas en partido oficial de ese “uno” era un hecho.

Se pegó Araujo a la banda izquierda nada más entrar. Intenso, con ganas, queriendo congraciarse con una afición de excelente memoria, aquella que en su interior ruge como en aquella tarde del 21 de junio de 2015, cuando su gol al Zaragoza suponía el ascenso a Primera División. Cuando entró enérgico al terreno de juego se llevó una sonora ovación. Aunque imperceptibles, también algunas críticas. “Quiero, con mis goles, cambiar esos pitos por aplausos”, dijo en las entrañas el EGC un rato después del partido. En cualquier caso, los parabienes ganaron por goleada a la música de viento.

Pecados. Se pasó Araujo un año y medio desterrado en el AEK de Atenas purgando sus pecados en Las Palmas, especialmente extradeportivos. Allí, en la cuna de la democracia, el propio Manolo Jiménez sacó lo mejor de él. Pero siempre anheló volver. “Me siento más dentro que nunca”, confesó a la televisión tras el partido.

Empeño personal de Miguel Ángel Ramírez, principal valedor de Araujo (llegó a rechazar una oferta de 17 millones por él en el verano de 2015), hizo a la entidad mirar con esperanza al futuro ante la posible dupla que puede formar por Rubén Castro. “En Segunda es vital ser fuerte atrás y aprovechar las ocasiones que tienes aunque no juegues bonito. Y nosotros tenemos a dos tíos, Rubén y Sergio (Araujo), que pueden meter 25 goles cada uno”, asegura un peso pesado del vestuario de la UD. Hasta ahora acumulan 38 minutos juntos. Ante el Almería subirá la cuenta.

Tras abandonar el banquillo en el minuto 52, Sergio Araujo tardó el sábado exactamente 9 en hacer su primer remato a portería, desde fuera del área y en posición casi calcada a aquel golazo que le metió precisamente al Alcorcón hace tres temporadas, y que estos días se hizo viral, justo delante de la peña Ultra Naciente.

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