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VALENCIA 1-BARCELONA 1

1x1 del Valencia: 10' eléctricos de Guedes y sacrificio colectivo

La lesión del portugués cayó como un jarro de agua fría en Mestalla, que había visto como Garay adelantaba a los suyos en el primer minuto del partido.

Garay, autor del gol del Valencia.
Garay, autor del gol del Valencia. ALBERTO IRANZODIARIO AS

Neto: Poco pudo hacer en el gol de Messi. Más allá de ello, el brasileño transmitió seguridad en los balones aéreos, que era uno de sus puntos débiles, y firmeza a la hora de blocar el balón en sendos disparos de Messi.

Piccini: El italiano ha ganado en automatismos y tácticamente cuajó un partido sin errores. Atento para no romper la línea de fuera de juego y pendiente de Coutinho. Encontró en Carlos Soler y Garay buenos aliados para ganar por superioridad numérica los duelos. En ataque, eso sí, no se prodigó. Bastante tenía con defender. 

Garay: Autor del primer gol de la velada. Se mostró firme y seguro en el área de Neto, achicando el agua que entraba por el lado de Piccini. Fue uno de los mejores de los blanquinegros.

Gabriel Paulista: Se hizo fuerte, junto a Garay, en su área. De hecho el peligro del Barcelona fue más con disparos lejanos que con llegadas hasta dentro. Su duelo con Luis Suárez, de brasileño a uruguyo, fue apasionante.

Gayà: El de Pedreguer comenzó con ganas, participando en la acción del córner del 1-0, pero poco a poco fue dando síntomas de cansancio acumulado.Semedo se aprovechó, principalmente en la primera mitad, de su desgaste con Lukaku. Aún así, cada salida suya desde atrás era sinómino de peligro. El paso por el vestuario al descanso le vino de perlas y volvió a ser el lateral que ha llamado la atención de Luis Enrique. Le arrebató en boca de gol el balón a Coutinho.

Carlos Soler: Estuvo solidario en labores defensivas, atento a las idas y venidas de Jordi Alba, liberando de presiones a Piccini, que bastante tenía con Coutinho. El canterano, que vio amarilla al filo del descanso, demostró personalidad y talento en los momentos en los que el Barcelona más apretaba. Se marchó a casa sin aire en los pulmones.

Kondogbia: Fue de menos a más, hasta que su físico dijo basta por correr de aquí para allá y tuvo que ser sustituido por Coquelin. Busquets y Rakitic le tomaron durante la primera mitad la medida y la presencia de Messi entre líneas alteró su jerarquía en esa zona. Se mostró más solvente, más él, tras el descanso.

Parejo: Corrió muchísimo detrás del balón, objeto que sin embargo apenas pasó por sus pies. De salida, eso sí, organizó un par de contragolpes con sendos cambios de juego y suyo fue el saque de esquina en el 1-0. A partir de ahí, se entregó en labores defensivas. 

Guedes: Tuvo que ser sustituido a los 10’. Su lesión cayó como un jarro de agua fría en Mestalla. Básicamente porque el portugués había participado en la acción que provocó el córner del que nació el 1-0 y a renglón seguido hizo una cabalgada por banda izquierda que apunto estuvo de acabar en gol de Batshuayi.

Gameiro: Se desfondó, como todos, y se sacrificó en la presión. Quizás fruto de ese esfuerzo careció de desequilibrio en los uno contra uno y de ocasiones. Fue sustituido por Rodrigo en el minuto 66.

Batshuayi: Combativo en el juego de espaldas, menos acertado en la distribución. Apunto estuvo hacer el 2-0 en los diez primeros minutos. Sigue jugando demasiado lejos del área.

Sustituciones:

Cheryshev: Tenía la misión de hacer olvidar la lesión de Guedes y se esforzó para ello. Sus cabalgadas por banda generaban más oxígeno que peligro, pero no paró en intentar marcharse en el uno contra uno. Dispuso al filo del descanso de una ocasión y otra nada más comenzar la segunda mitad para hacer el 2-1.

Rodrigo: Su suplencia fue una de las noticias en el once de Marcelino. Como Gameiro y Batshuayi, demasiado lejos del área como para inquietar a Ter Stegen. 

Coquelin: Salió para mantener a flote la nave físicamente en los últimos diez minutos. Y el francés cumplió con tal labor, aunque apenas tocó el balón.