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BARCELONA

Valverde encuentra los equilibrios…, sin Dembélé

El 4-3-3 con Coutinho de falso extremo y la presencia de Arthur funcionó en Wembley. El francés podría ser uno de los damnificados aunque las rotaciones le darán muchos partidos.

Valverde da indicaciones en Wembley.
Gorka LeizaDIARIO AS

Es posible que, en Wembley, Valverde encontrase algo más que tres puntos y una versión brillante del Barça. El 4-3-3 se demostró un sistema fiable siempre que se incorpore un centrocampista más. Jugar con Coutinho, Dembélé, Suárez y Messi genera cierto desequilibrio. Los cuatro son futbolistas acostumbrados a arriesgar, lo que provoca un buen número de pérdidas durante el partido que obligan a retornos rápidos que, en ocasiones, no se producen. Con el equipo partido, el Barça se ve envuelto en una ruleta rusa que no le beneficia.

Arthur le dio al Barcelona la pausa y el control que necesitaba. Vino mucho a recibir a zonas cómodas pero eso desahogó mucho a Busquets, que no falló ni un pase. Y soltó a Rakitic, por ejemplo, en la jugada del gol. Entre los tres hubo buena armonía. El Barça supo de nuevo tener el balón. Fue más Barça, básicamente. Además, la presencia de Arthur en el medio permitió a Coutinho jugar en su posición ideal. Como extremo izquierdo se convierte en una amenaza permanente. Tiene uno contra uno, capacidad de asociación porque se mete bien por el medio y gol. Y también es un jugador que demuestra que puede romper al espacio. El Barça tiene, además, una gama amplísima de centrocampistas para asentar ese 4-3-3. Vidal, Denis, Rafinha, el mismo Aleñá. Es una plantilla diseñada para jugar con ese dibujo..., siempre que de verdad se alineen tres centrocampistas. Si Valverde había estado tentado de regresar al 4-4-2, posiblemente este partido de Wembley le haya convencido de que puede tirar con el 4-3-3.

Parece, pues, que el gran sacrificado podría ser Ousmane Dembélé. El de Londres podría asentarse como once tipo pero es cierto que la gran cantidad de partidos puede permitir que el Barça combine a Messi, Suárez, Coutinho y Dembélé para tres puestos. No sería extraño que Messi jugase en algún partido de falso nueve con Coutinho y Dembélé en las alas.

La otra gran conclusión de este debate de los dibujos es si realmente al Barça le conviene que Coutinho juegue como interior. Es un jugador que no está acostumbrado a circular y gastar el balón. No mastica tanto la jugada como tradicionalmente se ha hecho en el Barça. Como interior prefiere asociarse en paredes, romper líneas, buscar remates. Eso provoca pérdidas peligrosas en el centro. El paso de los partidos parece acercarlo mucho más a jugar en una posición más parecida a la que actuaba Neymar en su día. Coutinho es un jugador brillantísimo pero su sitio ideal, por más que Robert dijera que venía por Iniesta, no parece ser el de centrocampista. Habrá más capítulos.