"La pérdida de Cristiano debe motivar a otros futbolistas"
Olíver Martínez lleva 22 años de psicólogo deportivo y ha trabajado con más de 2.000 deportistas. Ahora mismo trabaja con Stellar Group España.
¿Cuál es para usted el deportista mentalmente más fuerte?
Para mí, Michael Jordan ha sido el deportista más fuerte mentalmente que mis ojos han visto. En la época actual destacaría a Usaint Bolt, capaz de ponerse a bromear con la cámara segundos antes de una final olímpica, incluso a mitad de carrera; o Cristiano Ronaldo, porque desde Mohamed Ali no he conocido un deportista con más confianza en sus posibilidades y espíritu competitivo pese a no ser el jugador más dotado técnicamente.
¿Qué diferencias mentales ve entre Messi y Cristiano?
Messi es un superdotado en su ajuste espacio-temporal, en su visión periférica y en su velocidad de reacción. Cristiano lo es en su capacidad para autosuperarse, y en sus niveles de autoeficacia y autoconfianza
¿Cómo le afectará mentalmente al Madrid la baja de Cristiano?
El Madrid puede echar en falta en partidos decisivos ese carácter competitivo que contagiaba, capaz de hacer creer al resto de sus compañeros que cualquier partido se acabaría ganando; pero el Madrid, por otro lado, puede gestionar esa pérdida de manera positiva como un elemento de motivación y cohesión para demostrar que pese a una baja tan decisiva los títulos de los últimos años han estado basados en el colectivo por encima de cualquier jugador.
¿Qué une a los grandes deportistas como Jordán, Nadal, Federer, Bolt, Ledecky o Phelps?
Lo que une a todos estos cracks es su capacidad para entrenar a un nivel de exigencia superlativo, por encima del resto; así como el manejo de situaciones de máxima presión donde lejos de amedentrarse, se crecen precisamente, en esos momentos más que ningún otro deportista.
Valdano definió el fútbol como un estado de ánimo. Si eso es cierto, el papel del psicólogo es fundamental en todos los equipos. ¿Lo ve así?
El fútbol más que un estado de ánimo es un continuo de estados racionales y emocionales, de ahí el papel clave del psicólogo en enseñar y asesorar a entrenadores y jugadores en cómo manejarlos efectivamente.
Usted lleva 22 años tratando a futbolistas y deportistas. ¿Cuáles son las inquietudes más habituales?
Las demandas más habituales están relacionadas con problemas de rendimiento debido a falta de recursos para afrontar situaciones de estrés, bajadas de autoconfianza, control de la activación, inteligencia emocional y concentración.
¿Cuáles son las situaciones más difíciles que ha tenido que gestionar/aconsejar?
Problemas entre jugador-entrenador; lesiones de larga duración, pérdidas de motivación que pueden provocar abandono deportivo y jugadores que no aceptan el rol de suplente en sus equipos.
¿Cómo ha evolucionado el papel del psicólogo deportivo desde que usted empezó?
Cuando yo empecé en los 90 éramos muy pocos los psicólogos que ejercíamos a nivel profesional. Afortunadamente, los beneficios de nuestro trabajo se han ido haciendo más patentes y hoy en día raro es el club o atleta profesional que no haya trabajado con un psicólogo deportivo. Estamos en nuestro mejor momento de madurez profesional en el mercado deportivo.
¿Aún hay deportistas que prefieren no decir públicamente que acuden a un psicólogo?
Afortunadamente son casos excepcionales. Algunos prefieren que no se sepa que trabajan con un profesional de nuestra disciplina equivocadamente porque deben de pensar que es un síntoma de debilidad, cuando es todo lo contrario; una señal de profesionalidad, de querer dominar todas las áreas para el máximo rendimiento.
¿Qué supuso a nivel mental para la Selección perder a Lopetegui unos días antes del inicio del Mundial?
Cualquier cambio de liderazgo a corto plazo puede originar una pérdida de autoconfianza colectiva y se requiere un plazo de tiempo mínimo para asimilar las consignas de un nuevo líder. De repente, podrían haber tenido una sensación parecida a la "desprotección" y eso puede afectar en los niveles de eficacia tanto individual como colectiva.
Hay muchos deportistas de elite que cuando se retiran entran en un periodo de depresión, Woods o Phelps, por ejemplo. ¿Qué ocurre a nivel mental cuando uno deja esa vida?
Es un cambio brutal de inputs y de hábitos de vida que no todos saben gestionar. Se produce un "choque emocional" y ese efecto adrenalínico que sentían al competir al máximo nivel a veces los suplen consumiendo otro tipo de sustancias perjudicales para la salud.
Desde hace unos años ha salido a escena el coaching deportivo. ¿Cuál es su opinión?
El coaching es una estrategia más que utilizamos los psicólogos en nuestras sesiones. Hay grandes coachs; el problema viene con aquellos que sin ser psicólogos utilizan nuestro knowhow sin criterio; entonces hablamos ya del intrusismo profesional. Solo un psicólogo puede ejercer como psicólogo; es así de claro.
¿A qué edad cree que es buena la participación ya del psicólogo en el fútbol base?
Desde la iniciación deportiva, el papel del psicólogo como asesor es clave, ya que es la edad en la que se fomentan los valores, y donde se cometen más errores psicopedagógicos por parte de muchos entrenadores y padres.
¿El trabajo de psicólogo es mejor hacerlo directamente en el entrenamiento o en un despacho?
Yo tengo un despacho en Barcelona, donde atiendo mis deportistas, pero el trabajo ideal es poder ver al deportista en su entorno, entrenando y compitiendo para no perder ningún detalle. Yo en mi etapa como psicólogo en varios clubs como el Real Zaragoza (el año pasado); tenía mis propias sesiones de trabajo con los jugadores en el campo.
¿Qué margen de mejora ve en la psicología deportiva?
Todavía veo mucho margen de mejora, porque es una profesión que va a crecer aÚn mucho más, y al igual que hoy en día es inconcebible pensar que un club no cuente con un fisioterapeuta o un preparador físico; los psicólogos acabaremos estando en todos los cuerpos técnicos de los equipos como un miembro más del staff.
