La mayoría de encuentros suelen propiciar historias entrelazadas. En este Rayo Vallecano-Espanyol, con mayor razón se cruzan, ya que sus protagonistas habitan entre redes. Las de la portería. Aunque, en este caso, las miradas se enfoquen más hacia el banquillo y los despachos.
La historia más inmediata en el tiempo, pues ni siquiera ha transcurrido un mes, es la que pudo llevar a Roberto Jiménez a Vallecas en los últimos días del mercado de verano. Su alto salario, como sucedió con tantos pretendientes, le hizo finalmente quedarse en un Espanyol donde por ahora vive a la sombre de Diego López. Pero no solo eso, sino que en su lugar firmó el Rayo a Stole Dimitrievski, el meta del Nàstic al que el Espanyol llevaba controlado todo el verano para lanzarse a por él precisamente en caso de que se materializara la baja de Roberto. Tampoco el macedonio ha tenido suerte hasta el momento en su nuevo club, ya que ha sido suplente en favor de Alberto García.
El tercer protagonista también era portero. Y lo tenía hecho con el Espanyol hace un lustro, en verano de 2013, pero con todo pactado se echó atrás porque se supo suplente de Kiko Casilla. Se trata de David Cobeño, que semanas después de aquel plantón volvería al Rayo, donde ahora ejerce de director deportivo. El que sondeó a Roberto y firmó a Dimitrievski.
