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LEGANÉS

Las cinco claves de la resurrección del Leganés en el ‘Pepinazo’ ante el Barça

El Leganés mutó su imagen del mal partido ante el Eibar a la sublime exhibición frente al Barcelona en el histórico triunfo de Butarque. “Fue más mérito del Lega que demérito del Barça”, defiende el vestuario.

Leganés
Óscar Rodríguez controla el balón ante Sergio Busquets durante el partido de Liga Santander entre el Leganés y el F.C. Barcelona.
Óscar Rodríguez controla el balón ante Sergio Busquets durante el partido de Liga Santander entre el Leganés y el F.C. Barcelona.EDUARDO CANDELDIARIO AS

La zona mixta de Butarque hervía felicidad. Donde antes costaba hablar, ayer costaba no hacerlo. El triunfo histórico (y más que terapéutico) del Leganés ante el Barça inyectó altas dosis de felicidad en una plantilla sonriente, pero reivindicativa.

“Yo no he visto mal al Barça, ha sido más mérito nuestro que demérito suyo”, decía El Zhar, autor del empate a uno, frente a los periodistas. En el seno de vestuario comparten su reflexión. “La victoria no fue un accidente. Como mucho lo fue el pase de Piqué”, insistió Pellegrino.

La mano del entrenador argentino fue clave en la victoria y, lo más importante si cabe, en la mejora de la imagen blanquiazul. Del desastre de Ipurua a la gesta contra el Barça. Y todo basado en cinco claves para la resurrección pepinera.

1. Cambio de sistema

Fue la primera vez que el Leganés jugaba con tres centrales desde la llegada de Pellegrino. Cambio de dibujo con palos en las ruedas. Porque Siovas estaba llamado a ser titular, pero una fiebre inoportuna, informó el club, lo dejó fuera de combate. Le tocó suplirle a Raúl García. Y el remedio fue incluso mejor.

El lateral gallego ejerció de central improvisado y como un guardaespaldas eficaz de Jonathan Silva, tendente a atacar y, por momentos, despreocupado a sus espaldas. Así, con red salvadora para sus galopadas por el costado zurdo, el argentino se animó con eficacia. La prueba: su centro en el gol de El Zhar.

Pero el cambio de sistema también sirvió para potenciar las ayudas interiores sin descuidar la manija (había tres jugones en el medio: Rubén Pérez, Gumbau y Vesga) ni los costados.

2. Gusto por el balón

Venía el Leganés de jugar en Eibar sin casi mimar el esférico. Todo fueron pelotazos. Ante el Barça también hubo balones en largo, pero no tan frontales y sí más laterales. Ahí el Lega exprimió la debilidad de los costados culés.

Variación del estilo que también se dejó notar en corto. Al Lega no le quemó el balón. Al contrario. Supo meterle pausa cuando debía con hombres en su medular que gustan de la posesión y el manejo. Alguno de ellos camuflado en posiciones ofensivas, como Óscar, que actuó con desborde, pero también con cabeza. Casi como un mediocentro tirado a un costado.

Meritorio también el papel de un Vesga que debutó como titular, y que fue de menos a más para inyectarle criterio al balón junto a un buen Gumbau y (otra vez) un soberbio Rubén Pérez.

3. Presión alta y balones al espacio

El Leganés supo presionar la salida del balón del Barça. Lo hizo con intermitencias. Eligiendo el momento adecuado. Era parte del plan. “Trabajamos durante la semana qué momentos ir a presionar. Tienen tanta calidad que no le puedes dejar esos espacios. Tienen muchos automatismos”, confesó Pellegrino en sala de prensa.

También supo el Leganés atacar los espacios que dejaba el Barça a las espaldas de sus laterales, más empeñados en subir que en defender. Así llegó el gol del empate, con un balón largo de Vesga a la espalda de Sergi Roberto para que El Zhar cabecease el centro De Silva, también a la espalda de Vermaelen.

4. Aportaciones individuales

Más allá del colectivo, también lo individual fue clave. El nombre de Óscar, titular ayer por primera vez en el curso, destacó por encima. Bravo y atrevido, tuvo clase y sacrificio. No fue el único. Rodrigo Tarín debutó en Primera como titular y ante el Barça (su ex equipo) tras venir de un curso en el que apenas había jugado un puñado de partidos en el filial culé. No lo parecía. Lo bordó.

Como Vesga pegado a Rubén Pérez (también debutó de titular el ex del Athletic), En Nesyri explotando (y resaltando) los puntos débiles de Piqué o Cuéllar haciendo de muro sólido en el tramo final del partido. Aportación coral para el disfrute global.

5. Mentalidad reforzada

Dijo Bustinza en la previa del choque que quizá el Leganés estaba acusando demasiado los contratiempos que sufría en los partidos. Sobre todo los goles. Porque en las seis jornadas de campeonato que se llevan disputadas el Leganés jamás se ha puesto por delante de un contrario. Y cuando el otro golpeaba, el Lega caía fácil a la lona.

Esta vez duró grogui apenas diez minutos tras el zapatazo de Coutinho. Supo el Lega tirar de personalidad, reencontrarse y, en perfecta sincronía con Butarque, venirse arriba. Ejército de fe que acabó contagiando el mal de la depresión al rival. El impotente futbolística y anímicamente ayer vestía de amarillo fosforito. Y se llamaba FC Barcelona.