Bustinza: “Nos vamos a agarrar a Primera con manos y dientes”
El segundo capitán potencia el mensaje de la ilusión por estar en Primera para rescatar al equipo del último puesto. “Tenemos confianza plena en Pellegrino”, ha dicho.
Unai Bustinza es ADN Leganés. Se crió en Lezama, pero aterrizó en Butarque cuando el club del laurel aun era un equipo de Segunda con aspiraciones de permanencia en la categoría de plata. Sabe que el ascenso a la élite es un regalo XXL. Gloria bendita al sur de Madrid. Perspectiva que hoy ha espoleado en sala de prensa como pócima para arrancar el vuelo y abandonar cuanto antes el farolillo rojo de la clasificación. Con sólo un punto, el Lega es el último en la tabla. El miércoles recibe al Barça.
La situación no gusta. Y provoca ansiedades. Bustinza admite que el equipo acusa demasiado los golpes que está recibiendo estos días. Toca trabajar el coco. También la pizarra para encajar menos goles. Trabajo conjunto en el que las piernas no flojean (“físicamente estamos bien”) y para el que confían “plenamente” en Pellegrino. “El feedback es constante”, dice del entrenador que dirige un vestuario “con 28 tíos que están dispuestos a agarrarse a Primera con las manos y los dientes porque estar cada día en esta categoría es, para este club y para nosotros, un regalo”.
¿Cómo estáis? ¿Qué soluciones veis para salir de ahí abajo?
Preocupación hay la misma que cuando pierdes un partido. Te haces preguntas y tratas de buscar respuestas y soluciones. Más allá de eso, estamos preocupados por querer hacerlo mejor para sentirte más gratificado con lo que haces. ¿Claves? Encajamos muchos goles. Trabajamos en ello. Tratamos de dar con la solución para estar más cerca de ganar.
El club viene de cinco años de éxitos. ¿Cómo se gestiona una situación de crisis como ésta?
Siempre han venido las cosas con éxito. Bueno… quizá en lo colectivo sí, pero yo recuerdo que mi primer año en el Lega las pasé canutas. Tuve muchas lesiones. Era la primera vez que salía de casa. Era complicado. Lo superé sólo. Hoy, en la situación actual, yo la estoy pasando tranquilo porque la estoy pasando con otros 28 tíos que están tan comprometidos como yo. Tienen el mismo objetivo. Si yo no soy capaz de llevarlo a cabo, sé que el de al lado mío va a sacarlo. No estoy solo como aquel año que estuve aquí. Está claro que es algo nuevo como club. Pero no es nuevo para jugadores que están en este vestuario. Tienen experiencia en Primera. Los que estamos sólo sabemos de una medicina. Tomarse cada entrenamiento, cada partido como si fuera el último. A partir de ahí, tratamos de quedarnos con la conciencia tranquila de que lo damos todo.
¿Cómo se transmite la identidad del Leganés a los nuevo?
Explicar las cosas a la gente y que lo entiendan en es difícil. Tratamos de dar ejemplo. Es una forma de que conozcan esto. Dónde entrenábamos hace dos días, como aquel que dice. Muchos de ellos ya saben dónde lo hacíamos. Que sepan las pechadas que nos metíamos en autobús. Que sepan, cada año, que todo esto, todos estos medios, han ido a mejor. Tratar con nuestro ejemplo de que con el día a día no nos permitamos el lujo de regalar nada. Para nosotros competir en la máxima competición es un regalo. Debemos mantener esa ilusión que teníamos hace dos años. Para nosotros es y era lo máximo.
¿Confiáis en Pellegrino?
Sí, por supuesto. En Pellegrino y en todos los que están ahí dentro.
¿Hay algo de autogestión? ¿Hay feedback entre Pellegrino y el vestuario?
Sí, por supuesto. La relación con Pellegrino y el cuerpo técnico es, desde el primer día, de continuo feedback. Siempre nos ha pedido que aportemos. Dice que aprende mucho de los jugadores. Y al revés también. Nosotros también aprendemos. Él fue el primero que quiso empaparse de qué es el Leganés. Qué creíamos que nos había llevado hasta donde estamos para no perderlo. Y en base a eso, mejorarlo. La relación es cercana y el conducto de comunicación es de ida y vuelta.
El equipo en Eibar se le vio muy dolido. Como si se perdiera una gran final.
Está claro que últimamente nos ha pasado que, cuando nos meten un golpe, de meter un gol, fallar un penalti… nos está haciendo daño. Es algo que debemos mejorar. Encontrar estabilidad. Garra para que nos afecte menos. Los partidos en Eibar son como son. En una jugada parecida a la del año pasado nos ganan. Es cierto que, el tema de autocrítica, sí que igual a mí me hizo daño. Me hacía mucha ilusión el partido. Estos partidos me gusta ganarlos. Creo que refuerzan al equipo. Eso debemos verlo. Que esos golpes no nos afecten tanto.
¿Piensas que el empate del Barça con el Girona le viene mal al Leganés?
No. Piensas que se puede hacer. Es un equipo fuerte. No estoy descubriendo nada. Son tres puntos. Los mismos de Eibar o Villarreal. Valen lo mismo. Tenemos claro que son tres puntos que necesitamos. Y que están en juego. Iremos a por ello.
El rival del miércoles, el Barça, no es el mejor para frenar la sangría de goles.
Bueno, pero si conseguimos no encajar goles contra este equipo significaría que lo estamos haciendo bien. Es una prueba de fuego para limar esas situaciones que se han dado en estos partidos.
Quizá es momento de reavivar el espíritu de partidos como el del Bernabéu del año pasado...
Ése espíritu y el que hemos demostrado cada semana. Porque el partido del Eibar parece que es feo, que no se juega a nada, pero son los partidos que se juegan allí. Y contra el Villarreal lo jugamos con una ambición increíble. Son equipos grandes. Y tú quieres competir. Hoy por hoy la idea es la misma. Seguir ahí. Ponérselo difícil. Estar más cerca de ganar que de perder.
¿Por qué el Leganés va a salir de esta situación?
Porque sabemos que, para nosotros, cada partido, cada día que podemos entrenar para disputar la Primera División, es un regalo. Una ilusión. Esa ilusión sigue viva. Queremos seguir en Primera. Queremos competir con los mejores. Es difícil que vaya a peor. La idea es ir siempre a mejor. Aunque se pasan momentos buenos, esto, estar en Primera, supone tener casi siempre momentos bonitos y satisfactorios. Nadie quiere perderlo. Lo vamos a agarrar con las manos y los dientes.
¿Por qué la mala imagen en Eibar?
Es cierto que el partido de Eibar no nos dejó con buenas sensaciones. También creemos que llevamos a cabo lo que sabíamos que iba a pasar, aunque no supimos generar más de lo que tendríamos que haber generado. Sabíamos que iba a haber mucha disputa. Que se iba a decidir en un centro lateral, en un balón suelto… Tuvimos una con Guido y eso te condiciona. Pero el partido se mueve en lo que sabemos que sucede ahí, en Eibar. No lo controlaron mucho más que nosotros. Ellos quizá aprovecharon lo de retrasar laterales para jugar más por ahí. Nosotros jugamos muy frontales y eso es más fácil de defender. Son detalles que nos costaron. Pero sacar conclusiones de Eibar, en cuanto a juego, es difícil.
¿Cómo estáis físicamente?
No creo que haya diferencia a cómo hemos podido estar en otros momentos. Es verdad que se puede vincular esos bajones a cuándo recibimos los goles. Cuando la cabeza no va bien, se nota también en el físico. No creo que sea por no estar bien físicamente. Es más por que te hace daño. Piensas en cosas que no son el juego y eso cansa. Cuando piensas en lo que no tienes que pensar, eso cansa. Normalmente te equivocas. No creo que se pueda achacar a que estamos mal físicamente.
¿Por qué tanto juego directo en Eibar?
No era casualidad. Estaba muy trabajado. Queríamos jugar a ese juego. Es al que ellos te llevan y al que al final tienes que jugar. Si ves las estadísticas, en situaciones de disputas, ganamos más que ellos, pero ganamos en situaciones menos determinantes. Pero nosotros creíamos que con Carilla arriba nos íbamos a hacer fuerte. Que Santos, que es dinámico, nos podía ayudar. Que con Juanfran y Rolan podríamos aprovechar caídas y poner muchos centros. Hay cosas que analizar. Porque cuando tienes una idea y no logras el resultado, te haces preguntas. Toca analizar si no entendimos bien el planteamiento o si fueron circunstancias de partido. Pero esa visión tan mala… es que en Eibar los partidos son parecidos. Salió cruz.
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