Lenglet, Arthur y Vidal: unos números para temblar
Los fichajes del Barça se estrenaron como titulares en Liga con más sombras que luces: roja al central, 12 posesiones perdidas entres los interiores y ni una recuperación del chileno.
Tanto Valverde como los propios protagonistas indicaron al término del partido ante el Girona que no fue un encuentro para tomar ninguna medida a nivel individual. La expulsión de Lenglet en el minuto 33 condicionó todo. Sin embargo, el estreno como titulares de Lenglet, Arthur y Vidal, más allá de los problemas y urgencias que se encontraron, dejaron claro que aún les queda mucho camino por recorrer para estar a la altura de los titulares. El Barça, como equipo, dejó unos números preocupantes si analizamos la estadística del empate. Perdió más duelos que ganó (43-41), centró menos al área que su rival pese a jugar con dos delanteros centro en el segundo tiempo (7-8), dio demasiados pases hacia atrás (174 por 113 del Girona) y abusó del balón en largo (39). Los refuerzos, uno por uno, quedaron retratados. No es una casualidad que Valverde tuviera que recurrir a Umtiti, Rakitic y Coutinho para salvar los muebles.
Lenglet fue el que peor parado salió del encuentro. Su expulsión, después de la revisión que hizo Gil Manzano tras ser avisado desde el VAR de un codazo a Pere Pons, dejó al Barça con uno menos durante una hora. El central no pudo resarcirse de su discreta actuación ante el Sevilla en la Supercopa, donde ya dejó patente que le falta contundencia. El francés es uno de los candidatos para suplir a Umtiti en Londres ante el Tottenham, pero ya no es descartable pensar en Vermaelen, que aunque le cuesta encadenar partidos parece una opción más fiable para pegarse dentro del área con Harry Kane. Ayer, Lenglet mostró demasiada timidez y no aportó la salida de balón esperada. De hecho, de los 17 pases que dio en el tiempo que jugó, la mayoría (5) fueron en horizontal a Piqué, a solo unos metros de él. Le costó imponerse, como al Barça en general. El equipo blaugrana tuvo menos de la mitad de anticipaciones que las que hizo su rival (7-16).
Arthur pareció de los tres fichajes el más aseado. Entró mucho en juego y eso le permitió ser algo más vistoso. Sin embargo, analizados sus datos se ve con claridad que jugó demasiado fácil, arriesgó poco y conectó lo justo con la punta de ataque, algo fundamental en la posición en la que se movió. El brasileño dio 60 pases y la mayoría (10) fueron a los pies de Busquets, normalmente más retrasado que él. Además, y pese a no arriesgar nada en sus combinaciones, perdió cuatro posesiones. Defensivamente demostró que le cuesta bastante más que atacar. Fue el jugador del Barça que más faltas hizo (2) por llegar tarde y se cargó muy pronto con una tarjeta amarilla en zona de nadie que le condicionó para el resto del encuentro. Arthur llegó dos veces al área y remató otras tantas a portería. Evidenció un buen manejo del balón. Quizás le faltó cambiar de orientación más veces y más rápido para sorprender. Tuvo querencia a irse al centro, dejando claro que prefiere jugar donde lo hace Busquets.
Lo de Vidal parece más preocupante. Dio una asistencia a Messi. Y eso, en principio, le salva. Pero jamás pareció cómodo en el campo. Iba a contracorriente. Su fichaje se realizó, sobre todo, con la misión de que no se repitan nunca más noches como las de Roma. Pero aunque el chileno corre mucho, presiona y tiene ganas de agradar, lo cierto es que su eficacia no es la deseada. El 50% de sus entradas fueron con éxito, por lo que el otro 50% de las veces que se enfrentó a un oponente fue desbordado. Perdió hasta ocho posesiones de balón (sólo cuatro menos que el especialista Dembélé) y, lo más sorprendente, no recuperó ni uno solo. Fue uno de los que más veces combinó hacia atrás (16 pases a Semedo de 57 totales).
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