La RFEF comunica a la FIFA que no autoriza el partido en Miami
Argumenta que no hay consentimiento de los Estados Unidos, que desconoce si hay unanimidad entre los clubes y que la decisión puede afectar a la pureza de la competición. También da sus motivos a la FIFA.
La Federación Española de Fútbol comunicó hoy a la Liga de Fútbol Profesional las razones por las que se opone a la celebración del Girona-Barcelona del próximo 26 de enero en Miami. El permiso federativo resulta indispensable para la celebración del choque.
La Federación mostró sus argumentos a través de una carta firmada por Luis Rubiales y dirigida a Javier Tebas. Rubiales, que tenía hasta el 5 de enero para pronunciarse y aún no había contestado a LaLiga, ha dado un paso más en el asunto para evitar que se juegue el partido. Al mismo tiempo, la FEF envió una copia de esta carta más otro escrito a la FIFA y le comunicó la decisión de no autorizar el encuentro.
La Federación pretendía saber por qué se eligió el Girona-Barcelona y no otro. En la decisión también ha influido que el Gobierno español no veía con buenos ojos la celebración de ese choque en Estados Unidos por las posibles implicaciones políticas del mismo, posición compartida por presidida por el presidente de la FIFA Gianni Infantino.
La Federación solicita documentación aclaratoria sobre “el acuerdo firmado por esta última entidad para disputar partidos en Estados Unidos, del que se desconocen aspectos fundamentales como las obligaciones asumidas y si existe el consentimiento de los Estados Unidos, del que se desconocen aspectos fundamentales como las obligaciones asumidas y si existe el consentimiento de los actores y clubes implicados en la competición”.
En la misiva, se informa a la Liga de que se ha elevado la consulta sobre este asunto a la FIFA y a la UEFA para conocer “las posibles implicaciones que podría tener la decisión de autorizar este partido sobre la integridad y principios generales deportivos, además de posibles desequilibrios que se pudieran crear en otros territorios y si está en consonancia con las líneas estratégicas de esos máximos organismos deportivos internacionales”.
La Federación pretende “aclarar el marco jurídico y contractual de este acuerdo, las obligaciones asumidas y los derechos de cada una de las entidades afectadas por el partido, si existen ingresos complementarios para los clubes y si estos suponen un trato de favor económico frente a los demás”. También dice desconocer qué “órganos han autorizado este partido, tanto de la Liga como de los clubes” o si cuenta “con la unanimidad del resto de los clubes para hacerlo, y si dispone de la conformidad de los jugadores".
Asimismo indica que “la modificación del lugar del encuentro podría afectar tanto a los derechos de los abonados como a los derechos audiovisuales. Y advierte de que esta decisión “puede modificar las normas de la competición y las condiciones de igualdad que deben cumplirse en todo momento”. También se incide en que “el resto de equipos pueden verse favorecidos o perjudicados por esta circunstancia”.