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BARCELONA

El nuevo desafío de Valverde: la gestión de las rotaciones

Sólo ha hecho un cambio en el once en los tres primeros partidos. Con siete partidos en los próximos 22 días, su gestión debe compaginar descansos con buenos resultados.

El nuevo desafío de Valverde: la gestión de las rotaciones
ALBERT GEAREUTERS

Todos reconocen en Ernesto Valverde un entrenador con un sexto sentido para armonizar vestuarios y hacer la vida más fácil a los jugadores. En el Barça no ha sido una excepción. Su temple permitió voltear un inicio delicadísimo la temporada pasada cuando el equipo perdió a Neymar y se estrelló en la Supercopa de España ante el Madrid. Valverde tocó el sistema, supo llegar a los futbolistas, les hizo sentir seguros con lo que hacían y ganó el doblete.

Valverde, eso sí, utilizó un equipo tipo muy parecido todo el año. La ausencia de una segunda unidad fiable, con futbolistas como Digne, André Gomes, Denis o Alcácer que no dieron el salto necesario, pesó. Este año es distinto. Dembélé, escondido todo el curso pasado, ya es titular. Semedo está obligado a dar un paso adelante y han llegado Lenglet, Arthur, Vidal y Malcom. Estos últimos cinco jugadores, además de Vermaelen, Rafinha y Munir, están obligados a justificar la inversión con minutos de calidad que permitan refrescar a los intocables sin que, eso sí, haya penalización en cuanto a resultados.

Valverde es reacio a los cambios. Es un técnico con sentido común y le gusta respetar los roles. Le importa, y mucho, la estabilidad de su caseta. En los tres primeros partidos de Liga (Alavés, Valladolid, Huesca), sólo ha introducido un cambio en su once tipo. Contra el Alavés, Sergi Roberto jugó de interior y Semedo de lateral porque Coutinho aún no estaba al cien por cien. Desde entonces, el once se pronuncia de memoria pero al Barça le esperan siete partidos en 22 días y eso debe cambiar.

Ese es el reto de Valverde. Cómo compaginar los cambios y encontrar los famosos equilibrios de los que habla en ocasiones para que la ausencia de las vacas sagradas en algún partido no tenga consecuencias en el resultado. Al Barça le vienen Real Sociedad, PSV, Girona, Leganés, Athletic, Tottenham y Valencia antes del siguiente parón de Navidad y parece lógico pensar que el entrenador azulgrana querrá tener a su mejor equipo con piernas frescas la semana del 29 de septiembre al 7 de octubre, cuando el Barça tendrá que jugar en Wembley ante el Tottenham y en Mestalla ante el Valencia.

Estas tres semanas también medirán a la secretaría técnica, aunque los fichajes del curso tienen varios padres. A Arthur y Lenglet los firmó Robert, ex secretario técnico y hoy fuera del club. Mientras, Vidal fue una petición de Valverde después de la inesperada marcha de Paulinho al Guangzhou. Malcom, fichado en una operación relámpago cuando todos esperaban a Willian, es la primera gran apuesta de Abidal. Para Valverde, la gestión de las rotaciones es su nuevo desafío.