Segunda victoria consecutiva para un Granada que fue más efectivo en Almendralejo y que se llevó un premio quizás demasiado alto ante un Extremadura que sigue voluntarioso pero no termina de ver puerta.
Salió el Extremadura a su estadio con la idea de poner las cosas difíciles desde el arranque a los andaluces y le duró poco. Apenas había conseguido sentarse todos los espectadores cuando un balón perdido por Pardo solo a los dos minutos permitió al cuadro de Diego Martínez adelantarse de la mano de Puertas que no desaprovechó la oportunidad. A partir de ahí nada más por parte del Granada en la primera parte y de nuevo buena imagen de los de Almendralejo que prácticamente encerraron al Granada en su parcela pero sin premio. Enric y Zarfino tuvieron en sus botas las mejores ocasiones, sobre todo el segundo, pero un inspirado Rui Silva arruinó la mejor ocasión azulgrana.
En la reanudación poco cambió el dibujo del partido. Un Extremadura que seguía volcado, y asumiendo riesgos, y un Granada esperando aprovechar alguna de las ocasiones. El premio azulgrana llegó de la mano de Enric Gallego que anotó el empate y volvió locos a los suyos. Pero poco duró la alegría en la casa del pobre ya que de nuevo Puertas, seis minutos después del de Gallego, puso por delante a los suyos en lo que parecía un hándicap ya insalvable para los locales. A partir de ahí el Extremadura se volcó y en esas Pozo, aprovechando la descomposición extremeña, puso el tercero y definitivo a una tarde de fiesta en Almendralejo pero sin porción de pastel para los locales.