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Gonçalo Guedes refuerza al Valencia y a Peter Lim

Es ley no escrita del fútbol que a todo propietario de un club, más si es millonario, se le pida fichajes con cartel de estrella y Gonçalo Guedes lo es. Vaya si lo es. Su fichaje es mucho más que la guinda a la plantilla del Centenario. El regreso a Mestalla de Guedes refuerza la imagen de Peter Lim y es una prueba más de que su intención siempre fue la misma, que no es otra que hacer un Valencia competitivo, como el que tiene Marcelino a su mando, y a su vez autosuficiente, es decir, fichar para después traspasar por más y con las plusvalías volver a reforzarse.

Esa es su intención desde que llegó bajo el brazo con Rodrigo, André Gomes y Cancelo; o cuando aceptó el fichaje 'bomba' de Negredo; el de Enzo un mes de enero; cuando incorporó a Garay y Mangala un último día de mercado, que fue también cuando llegó Guedes cedido el curso pasado; o cuando reservó 25 millones para Kondogbia. Es obvio que en el camino, desde 2014 hasta hoy, Lim ha errado el tiro varias veces, como cuando quiso instaurar un modelo unipersonal con Nuno o en apuestas como la de Gary Neville. También en fichajes como Abdennour o Aderlan Santos. Errores que el Valencia pagó con dos nefastos años y que también le pasaron factura a la reputación de Lim.

Pero Lim, cuyo proyecto ha cambiado de actores pero nunca de objetivo, tuvo la virtud de saber rectificar, de alterar los medios con los que llegar a un fin, de asumir que esto del fútbol no se aprende en la Universidad. Fue así como, entre guerras locales, tumbos de resultados, palos desde la grada y consejos de gente allegada, llegó a dar con Anil Murthy y, sobre todo, con Mateu Alemany y Marcelino. Con ellos, el Valencia ha vuelto a ser deportivamente creíble, acertando de pleno en el estilo de juego y en la planificación de la plantilla.

Pero también hay que reconocer (y recordar) que sin esa solvencia financiera que aportó al Valencia la llegada de Meriton y de la que siempre hablaba Layhoon Chan, difícilmente Marcelino tendría la plantilla que va a tener en el año del Centenario tras dos años sin pisar Europa. Poco a poco, se está cumpliendo lo que tanto defendía la presidenta en los días en los que más se le criticaba a ella y en consecuencia a Peter Lim, al que ahora se le piropea por el fichaje de Guedes.

"Venimos a Valencia con un gran sueño para el club y paso a paso estamos haciendo todo lo posible para alcanzar este sueño, que creo que es compartido con todos. Puede tardar un año, esta temporada no ha sido buena y podemos tardar tres o cinco años, pero no nos importa porque estamos aquí a largo plazo, el Valencia hoy económicamente es más fuerte y lo importante es ir dando pasos adelante". Ese era y es su fin. Su proyecto. El de Lim. Desde su primer día.

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