Usted la temporada pasada la acabó en San Mamés y esta la empezará en el campo del Badalona. Sí, pero se digiere muy bien. Soy un privilegiado. Acabé con la máxima confianza por parte de todos, ese fue el feedback. Se creyó que éramos los idóneos, cumplimos con lo que nos exigieron... Y el fútbol no acaba aquí. Hay que jugar en Badalona. Tuve ofertas...
Pero usted quería quedarse en el Espanyol, era su prioridad. Tenía un año más de contrato por el ascenso. Creó que hubo cierta confusión en la gente. Me llenó mucho que el club quisiera ofrecerme más. Somos trabajadores.
¿Y cómo llega su filial a este comienzo de Liga? Hay siempre cambios de jugadores, pero la idea es transmitir nuestros fundamentos. Al final todos los equipos están igual a estas alturas.
Hace dos años descendieron a Tercera. ¿Qué aprendió de aquella experiencia? El aprendizaje es continuo. Con las experiencias, cambias y te vas reconduciendo. Aquella temporada me transmitió que puedes dominar un partido, pero que hay equipos que te ganan por la estrategia, por el otro fútbol y que juegan a no cometer errores. No se ponen colorados si se pasan 70 minutos sin tener el balón. Tenemos que crecer en eso. Aquel año además hubo traspasos, cuatro jugadores subieron al primer equipo... Aprendí mucho en la gestión del grupo.
¿Y cómo se entrena ese otro fútbol? Hay que hacerles ver que los rivales son como tú y que en el fútbol no todo es generar ocasiones… Al final el lateral que llegan es el fiable, es el que domina al cien por cien los conceptos defensivos y no solo el que se encarga de llevar la iniciativa. Hay que cambiarle la mentalidad. No somos tan niños y hay que dominar otras cosas.
¿Los juveniles que le suben le llegan preparados? Depende de las posiciones algunos preferimos que compitan fuera, porque ya hay plazas cubiertas. Pero llegan acoplados, con la dinámica y el ADN que mantenemos en el fútbol base. Toca enseñarles el otro fútbol, porque hasta ese momento siempre han llevado la inciativa en los partidos.
Aunque no le afecte, debe agradecer que el entrenador del primer equipo juegue como el resto de la base... Es un matiz importante. Se han decidido que el modelo de juego sea este porque se asemeja a lo que se hace en el filial y el fútbol base. Rubi se beneficiará de que los de abajo se entrenen con una idea similar. Será más fácil que le encaje y que el primer equipo se nutra, porque las probabilidades de que cuajen los jugadores aumentan.
¿Cómo es su día a día con Rubi? Tenemos una relación de hace mucho tiempo. Cuando hay novedades, hablamos.
¿Podrá disponer de Pedrosa? No está en mi dinámica, así que no cuento con él salvo que el club me lo diga. Entonces, bienvenido sea.
Puado, Pipa y Álex López. ¿Los ve preparados? Su talento es indudable. Pero el futbolista es más cosas: cómo afronta la competición, el compromiso, el no jugar… Algunos llevan años en Primera sin tanto talento.