Laia Aleixandri, el muro de La Rojita

Laia Aleixandri (Santa Coloma, 25 de agosto del 2000) es, junto a Berta Pujadas, el muro de La Rojita. La catalana empezó el Mundial en el banquillo, pero la lesión de Ona Batlle le dio la titularidad y no la ha desaprovechado. Su contundencia en defensa y su calidad en la salida del balón le han convertido en uno de los grandes valores del campeonato, a pesar de tener sólo 18 años. La española se entiende a la perfección con su compañera de zaga, Berta Pujadas, con la que lleva jugando casi toda vida. Porque ambas se formaron en La Masía, aunque las dos han emigrado.

Laia se crió en el Barcelona, donde entró con 11 años. De ahí su clase con el balón. Nunca lo rifa y siempre sabe que hacer con él. Era una de las grandes promesas de la cantera azulgrana pero, sin oportunidades en el primer equipo, decidió emigrar (como su compañera Berta). Laia fichó por el campeón de la Liga Iberdrola, el Atlético de Madrid, como un fichaje de futuro para cubrir la baja de Mapi. Sólo tenía 16 años y las rojiblancas se fijaron en ella. Su trayectoria entonces ya era impresionante. Con sólo 14 años debutó con la selección Sub-17 y se convirtió en la jugadora con más partidos en la categoría.

En el Atlético tampoco ha tenido muchos minutos, pero ya formaba parte del primero equipo. La suerte tampoco ha estado de su lado. En abril, en un partido con la Sub-20 ante, precisamente, el Atlético se rompió el cúbito y el radio del brazo derecho, lo que la dejó fuera de juego varios meses. Pero ha vuelto más fuerte que nunca. Y con ganas de demostrar que ya no es una promesa. En Francia se está consagrando como una de las mejores centrales del campeonato.