SUPERCOPA ESPAÑA | SEVILLA 1-BARCELONA 2
El Barça celebra la Supercopa montando una timba de parchís
La expedición blaugrana aterrizó en Barcelona a las cinco de la madrugada con un título más bajo el brazo y con nuevos campeones en ciernes al parchís.
Está claro que esta plantilla está acostumbrada a ganar títulos. Y no sólo lo decimos por Leo Messi, que acumula ya un total de 33 entorchados, sino también por jugadores como Gerard Piqué o Sergio Busquets, que suman ya 28 en su palmarés. De ahí que el título conquistado este domingo en Tánger -la Supercopa de España- tenga un sabor de normalidad absoluta, casi de un día más en la oficina.
Sólo de esta manera se puede entender cómo celebró el equipo la consecución del primer título de la temporada. Tras las evidentes muestras de euforia en el campo y dentro del vestuario, sobre todo por el penalti parado ‘in extremis’ de Ter Stegen, para muchos el auténtico héroe del partido, por encima de Dembélé, llegó el momento de la pausa.
Y es que al equipo le esperaba un viaje pesado y largo, de más de dos horas y media en avión, que además tenía el inconveniente de que el vuelo partía con dos horas de retraso. Ante semejante tesitura y para amenizar el viaje, Sergio Busquets y Jordi Alba decidieron montar una competición al parchís en la que participaron una buena parte de la plantilla.
El parchís se ha convertido en el juego por excelencia para matar el tiempo de las concentraciones y viajes de los jugadores. Ni tan siquiera los videojuegos, promovidos especialmente por Gerard Piqué, han sido capaces de desbancar al parchís. Eso sí, ya no hay tablero por en medio, sino que se juega con tablets, mucho más prácticas y fáciles de llevar.
Pues bien, durante el vuelo de Tánger a Barcelona, se montó una auténtica timba de parchís entre la plantilla en las que se pudo constatar que Arthur no solo quiere ser el sustituto de Iniesta en el campo sino también fuera y que la pareja Umtiti y Dembélé está llamada a hacer grandes cosas en esta competición.
El equipo aterrizó al filo de las cinco de la madrugada en el aeropuerto de El Prat con un nuevo título bajo el brazo y con nuevos campeones al parchís apretando cada día más fuerte a los veteranos.
