Ter Stegen vs Cillessen: luces y sombras en el Barcelona
El alemán paró el 36,3 por ciento de penaltis en el Barça. A Ben Yedder le paró el décimo penalti de su carrera. El holandés sigue pensando en salir.
Ter Stegen avisó en Santa Clara sobre su condición en el equipo ("quiero ser el número uno en todas las competiciones") y Valverde no le tocó su status. Cillessen ya está a disgusto, para qué multiplicar por dos los recelos. No pareció en el camino de los 90 minutos el mejor Ter Stegen, al que de lejos se le vio falto de entrenamiento. Se había incorporado el 29 de julio en Dallas. Valverde priorizó en cambio sus galones y el respeto a su brillante temporada anterior y, pese a que Cillessen llevaba dos semanas más trabajando que él, era lógico pensar que jugaría el alemán.
Aún lejos de su mejor momento, lo que no ha perdido Ter Stegen en verano ha sido intuición y estrella. Con el que le detuvo a Ben Yedder, ya ha parado 4 de los 11 penaltis que le han lanzado siendo portero del Barça. Al francés le detuvo el décimo de su carrera. Su reacción tras atajarlo ("a tomar por culo"), estuvo entre lo espontáneo, el disgusto por haber cometido un penalti algo tonto sobre Aleix y la duda con Gil Manzano sobre si realmente el contacto, con el balón lejano, era para tanto.
Ter Stegen, que no es un consumado especialista tipo Diego Alves pero que empieza a tener una estadística respetable de penas máximas paradas, evitó una prórroga que hubiera sido peligrosísima para un equipo sin entrenamiento, permitió que Messi levantase su título 33 y se reafirmó en el puesto. Su éxito contrasta con la cruz de Cillessen, que ayer confirmó su condición de suplentísimo y que no ha cambiado en su idea de irse. El Barça quiere retenerlo pero esa carpeta está abierta y no parece tener fácil solución.