Pinta bien el Valencia del Centenario

El primero fue Kondogbia; el último, de momento, Kevin Gameiro. Entre medias Diakhaby, Racic, Wass, Piccini y Batshuayi. Cada uno fichado en una coyuntura económica y por unas razones deportivas; todos ellos hacen equipo. El Valencia sigue su camino con los fichajes: el de la credibilidad. Y Guedes sigue ahí, con la maleta preparada. Lo decía hace unos días José Luis Gayà, uno de los capitanes y también uno de los jugadores que sufrieron los desmanes de hace solo dos años: "Al Valencia se le vuelve a respetar". Se lo está ganando con hechos, además de resultados. Culpa de lo primero, mucha, la tiene Mateu Alemany, que se mueve en el mercado como pichichi en el área. Maneja los tiempos, la zanahoria, el palo y los precios. Las ventas de Cancelo y de Montoya son un ejemplo.

Alemany es el mejor fichaje de la era Lim, al menos el más influyente hasta la fecha en el rumbo del proyecto. El segundo mejor fichaje es Marcelino, que es quien da forma y sentido a la obra. Ellos ponen todo de su parte para que los verdaderos protagonistas, los futbolistas, den lo mejor de sí. Gracias al balear y al asturiano los Neto (Juventus), Gabriel (Arsenal) o Murillo (Inter) quisieron fichar hace un año por el 12 de la Liga; por la seriedad que transmite hoy el Valencia los Parejo y Carlos Soler no se ven en otro lugar; y por su gestión y mensaje Batshuayi ha llegado y Guedes quiere volver. Feliz año del Centenario a los valencianistas. Pinta bien.