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ATLÉTICO

Simeone afina con el último pase de Thomas Lemar

Será una de las armas del Atlético 18-19. El francés se aplica para sumar entre líneas y no desentonar en la orquesta defensiva. Gameiro le ayuda traduciendo las indicaciones.

Lemar y Gameiro atienden a Simeone en el entrenamiento del Atlético en Brunico.
CHEMA DIAZ

Todas las incorporaciones que se han hecho son del máximo agrado de Simeone, pero la de Lemar le provoca al técnico un brillo en los ojos. El arsenal colchonero para la 18-19 tiene que exhibir el afilado sentido del último pase y la verticalidad del ex del Mónaco en los últimos 20 metros. En la sesión de ayer, la primera en Riscone de Brunico el técnico trabajó tanto el 4-3-3 como el 4-4-2. En el primero Lemar aparecía en la línea más ofensiva, tirado a la izquierda. En el 4-4-2 ocupó un sitio como segundo punta. Gameiro era su sombra. Su compatriora le traducía la secuencia de movimientos que Simeone quiere que Lemar interiorice como aperturas de ajedrez. Primero, en defensa. Acompañar y ajustar para que la presión selectiva bien impida el avance suelto del rival bien, en el mejor caso, sirva para recuperar la pelota. Lemar se afana en encajar en la orquesta defensiva colchonera y en comprender el porqué de cada movimiento. Si uno llega tarde, tira todo el trabajo del resto. Uno no se puede relajar, ni siquiera ante una mala entrega del rival. "¡A mal pase de ellos, escalamos hacia delante!", le gritaba el Cholo para que Lemar saliera con el equipo aprovechando el error contrario, como si se tratara del avance de una falange.

Conexión con Griezmann y Costa

Pero donde Lemar se expresa mejor es en ataque. Y el Cholo se frota las manos. Le adivina una fulgurante conexión con Griezmann y Costa. Cayendo al sector izquierdo, en ese pasillo entre el central y el pivote es donde ayer quería que afinara. Recibir, orientar, sacarse al contrario de encima si es necesario y filtrar con el guante que tiene en su bota izquierda. A velocidad de vértigo para que Gelson o Correa rompieran al espacio. Hoy quizá pueda ya verse algún detalle en Stuttgart. Y algo por fuera, también con rupturas profundas por detrás de la defensa, gracias a su salida explosiva, alimentado por Koke y Olabe. A eso habrá que añadirle su precisión a balón parado, tiene en su currículum goles de falta directa, y una conducción devastadora dividiendo por la calle central.