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BARCELONA

Malcom, adaptación exprés de un proyecto con buena pinta

El brasileño hizo su primer gol, disparó tres veces y, a falta aún de probar su nivel real, ha mostrado una buena actitud en su primera semana. “Quiero dar alegrías”.

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Malcom, adaptación exprés de un proyecto con buena pinta

“Si el Barça lo ha firmado, es que algo tiene”. Las palabras de Eusebio di Francesco, técnico del Roma, al final del partido en Arlington, resumen bien lo que es en estos momentos Malcom: un proyecto. Lo que no se le puede negar al brasileño es predisposición. En menos de una semana, al ex jugador del Girondins de Burdeos le ha dado tiempo a cambiar en el último minuto de elección y fichar por el Barça, presentarse en Portland, marcar el gol definitivo en la tanda de penaltis contra el Tottenham y debutar como titular ante el Roma con un gol y cuatro disparos a puerta.

A sus 21 años, no debe ser fácil aterrizar en un gigante como el Barça. Tampoco hacer un análisis reposado de sus características. Malcom asoma como un jugador con desequilibrio, movilidad y un cañón en su pierna izquierda. Sus características, sin embargo, deben ser puestas a disposición del equipo. Él es consciente de su reto: “Espero dar alegrías al barcelonismo”.

De momento, Valverde ya le dio su espacio ante el Roma y lo colocó en su posición preferida: la de extremo derecho. El jugador, desde luego, no se esconde. Tocó 49 veces el balón y lo pasó 36 veces con un 91,7 por ciento de éxito. En ocasiones abusa de la conducción en busca de su mejor arma, el disparo a puerta.

Pero para llevar tan pocos días de trabajo con sus nuevos compañeros, se le ha visto integrado en el grupo y ya ha sido capaz de sentirse protagonista en el campo. Ha jugado con cierta personalidad y sin complejos. Con sus errores y sus aciertos.

“Se relaciona bien con el juego y estamos contentos de que esta adaptación haya sido rápida”, reflexionó Valverde sobre un jugador al que probablemente no esperaba en Can Barça este verano, pero al que ya tiene en el grupo y a quien debe exprimir”. Hay voces que consideran que puede que el salto de Malcom sea precipitado y que un paso intermedio, en el Roma por ejemplo, es el que necesitaba para terminar de llegar hecho a Can Barça.

Pero eso ya pasó con Dembélé, y su precio se disparó hasta extremos insospechados, más de 100 millones de euros. El Barça se ha saltado el escalón para tenerlo ya y lo que no le puede reprochar al futbolista es que no lo esté poniendo todo en sus primeros días. Otra cosa es el periodo de aprendizaje que le espera.

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