De la BBV a la posesión estéril: así fue el debut de Lopetegui
Antes de su debut y después del mismo, Lopetegui repitió una frase que probablemente se le volverá a escuchar. “Quiero reinventar un Madrid sin Cristiano”.
Sólo fueron los primeros 90 minutos de la pretemporada pero se pudieron ver algunas de las facetas que quiere modelar Lopetegui en este Real Madrid que tiene “que reinventar”. Estas son las claves del estreno del vasco en el banquillo blanco.
Antes de su debut y después del mismo, Julen Lopetegui repitió una frase que probablemente se le volverá a escuchar. “Quiero reinventar un Madrid sin Cristiano”. Un deseo en voz alta que va de la mano con sus primeras dos semanas trabajando con el equipo y este primer test con un rival enfrente. Derrota, pero un partido “aceptable” para el técnico vasco.
La ‘BBV’ es intercambiable
Lopetegui fue fiel a lo que venía probando. Desde que llegó a Miami había ensayado con el mismo once que utilizó contra el United y siempre ha estado ahí ese nuevo tridente en ciernes, la ‘BBV’ con Bale (por la derecha), Benzema (de punta) y Vinicius (en la izquierda). Bale no ha querido la banda que dejó Cristiano, para jugar a pierna natural, y es la bisagra. Es el que tiene libertad para decidir cuando pasa a ser el nueve. En el minuto 30, Lopetegui probó esta variante. Bale se fue al frente, Vinicius se cambió a la banda del galés y Benzema se puso a la izquierda. Bale en modo ariete…
Odriozola se alió con Benzema
Se empezaron a ver automatismos interesantes. Odriozola se entendió bien con Bale a la hora de ocupar la banda y sobre todo estableció una asociación con Benzema. De hecho, el lateral, muy profundo a lo Carvajal, le cedió un balón al galo desde la línea de fondo que era medio gol. “Hablamos antes del partido de atacar ese hueco entre el central y el portero”, reconocería el lateral tras el partido. Benzema falló, pero el movimiento fue perfecto.
El debate del nueve no se evapora
Ése fue uno de los problemas, los fallos de Benzema. Pese a ser el autor del gol. El Madrid disparó casi el triple que el Manchester (15 remates a 6) y también superó con mucho al United en centros (19 a 7) pero no obligó a De Gea a tener una noche especialmente inspirada. Lopetegui no pide públicamente uno y el club se resiste, pero el debate es inevitable. Mayoral y De Tomás no arreglaron un festival de ocasiones que se perdió en la noche de Miami…
La posesión más estéril
La falta flagrante de acierto hizo que el dato, de por sí llamativo, quede en anecdótico. El Madrid tuvo el 70,7% de la posesión y aún así perdió. Dobló en pases a los diablos rojos (743 a 309) y la segunda parte fue un monólogo blanco. Lopetegui, como hacía en la Selección, quiere un equipo de mucho toque. Pero el ritmo cansino del equipo, propio del primer partido de pretemporada y en un clima adverso (27 grados y un 80% de humedad), hizo que la posesión fuera estéril.
El remedio: la presión alta
Al nuevo técnico blanco no le gustó ese ritmo apagado de su equipo en los primeros 45 minutos. Para la segunda mitad ordenó presión alta y el Manchester se diluyó hasta pasar verdaderos apuros para dar tres pases consecutivos. “Apenas les hemos visto salir de su propio campo”, argumentaría Lopetegui tras el encuentro. Un recurso que encontró además a Ceballos haciendo daño con esos robos tan cercanos. Un punto de partida que cambió el panorama y mejoró la imagen de Madrid. Una base sobre la que trabajar antes del segundo test, en la madrugada del sábado al domingo (00:05h.), contra la Juventus.
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