El Espanyol vuelve a casa tras dos victorias y 17.400 kilómetros

Tras la victoria ante el Cincinnati, todavía le quedó tiempo a la expedición del Espanyol para pernoctar un día más en la capital de Ohio, a donde había llegado el viernes, antes de recoger las maletas y dar por finalizada con un largo viaje la gira por los Estados Unidos.

El primer equipo del Espanyol abandonó el hotel el domingo por la mañana (hora local) después del desayuno para poner rumbo al aeropuerto. Y de allí, volar a Barcelona con escala después de ocho días en territorio americano. Habrán sido la friolera de 17.400 kilómetros, a ‘grosso modo’, repartidos en seis vuelos distintos durante ese tiempo, en el que el equipo ha disputado dos partidos, el último, en Cincinnati, sobre la superficie de un césped artificial lejano a la última generación que sí existe en los estadios europeos.

Si todo marcha según lo previsto, la plantilla aterrizará en El Prat este lunes a primera hora. El siguiente plan, después de tantos días fuera de casa y con intensos viajes y sesiones, consistirá en que cada jugador se traslade a su domicilio para descansar. Si la idea del cuerpo técnico no se altera a última hora, el Espanyol no volverá a entrenarse hasta el miércoles, por lo que gozará de prácticamente dos días de descanso. Aunque eso sí, el retorno al trabajo será, salvo giro inesperado, en doble sesión.

Para entonces, cabe esperar que ya se encuentren recuperados los futbolistas que no pudieron participar en la victoria por 2-3 contra el Cincinnati debido a sendas sobrecargas. Tal fue el caso de Marc Roca (aquejado desde hace dos semanas de molestias en el tendón de Aquiles), Esteban Granero, Dídac Vilà y Óscar Duarte. En el caso de este último, este lunes pisará Barcelona por primera vez en cerca de tres meses.