Osasuna hizo sufrir a la Real
Un gol de Rubén Pardo decidió el duelo en Bergara, pueblo de Asier Garitano. Se adelantaron los navarros y pelearon hasta el final.
La Real Sociedad se impuso a Osasuna (3-2) en un intenso amistoso disputado en Bergara, la localidad natal de Asier Garitano, el técnico realista, al que arropó su gente, que llenó el campo de fútbol de Agorrosin, donde se vivió un bonito ambiente entre seguidores txuri-urdin y rojillos. El amistoso debe servir a ambos equipos para seguir avanzando en su proceso de preparación para la pretemporada, porque hubo minutos buenos para los dos conjuntos. Osasuna empezó mejor, pero sucumbió a la mayor calidad realista y cuando parecía que el equipo navarro lograba el empate definitivo, Pardo ponía la guinda con un golazo desde la frontal que le daba el triunfo final a los donostiarras.
El partido comenzó intenso, con los dos equipos buscando la posesión de balón, pero con Osasuna imponiéndose en los primeros minutos. Los de Arrasate tenían más el balón, pero la Real estaba bien plantada sobre el césped. Fruto de ese mayor dominio llegó el gol de Nacho Vidal, tras un buen balón entre líneas de Olavide, que se aprovechó de que Hector Moreno no es lateral zurdo y Garitano lo quiso probar ahí (¿Mensaje para Olabe, que estaba en la grada esperando el desenlace del asunto Theo?). Nacho Vidal estaba demasiado escorado, pero Rulli no estaba bien colocado y el centro-chut del lateral rojillo se coló en la portería realista.
A partir de ahí, la Real fue creciendo poco a poco, gracias a los desmarques y las caídas a banda de Willian José. En una de esas jugadas, una de las incansables peleas del brasileño, logró zafarse de Unai García, con un posible falta que en todo caso no vio el árbitro, pisó el área pequeña y fusiló a Juan Pérez. El empate espoleó a la Real en la recta final de la primera parte, hasta conseguir remontar el partido con un golazo de Zubeldia, tras rematar de volea por bajo un gran servicio de falta de Mikel Oyarzabal al segundo palo.
Los cambios en la segunda parte no restaron intensidad al duelo. Garitano cambio de golpe a todo el equipo, como tenía previsto; mientras que Jagoba Arrasate iba cambiando de forma paulatina a todo su once, salvo el portero Juan Pérez y el capitán Oier Sanjurjo. Mikel Merino volvía a jugar contra su Osasuna mucho tiempo después, formando de nuevo pareja de pivotes con Guevara, y de nuevo ambos dejaron buenas sensaciones. Tanto que la Real se hizo dueña del partido, teniendo más el balón y merodeando con peligro la portería rojilla. Solo el debut del delantero Brandon Thomas y la salida de Roberto Torres igualaron un poco las cosas para Osasuna, que tuvo el empate en la cabeza de David Rodríguez tras una buena jugada colectiva y con Oier Sanjurjo, tras un fuerte disparo lejano desde la frontal. El empate llegó finalmente con un remate por abajo desde dentro del área, entre una maraña de piernas, de David García.
Garitano probó con Rubén como mediapunta, cambiando el esquema de la primera parte, del 4-4-2 clásico que le gusta al 4-2-3-1 que prueba como alternativa cuando no está la pareja Willian José-Juanmi. El riojano estuvo muy activo y jugó con mucha personalidad, con una seguridad en cada una de sus acciones que hacía tiempo que no se le veía, hasta el punto de que logró marcar el 3-2 con un fuerte disparo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Juan Pérez. Para entonces, Osasuna atacaba con más ímpetu, pero la Real tenía más el balón. Y así murió el amistoso con poco de amistoso, que sirve para medir cómo llegan de forma ambos conjuntos al final de este primer ciclo de pretemporada.