Nelson Semedo cumple el año I de su pelea con Neymar
El portugués, protagonista de la anterior pretemporada por su bronca en Miami, persigue más protagonismo y olvidar su error en el gol de Manolas en Roma.
Al menos mientras sea jugador del Barcelona, a Nelson Semedo (16-11-1993, Lisboa) cada gira por los Estados Unidos le trasladará casi sin querer al 28 de julio de 2017 en Miami. Fue el día en que se peleó con Neymar, la superestrella que estaba fuera de sí porque no podía guardar más tiempo en su interior que se iba al PSG y reprendió al joven portugués por una entrada en el entrenamiento previo al Superclásico de verano contra el Real Madrid. Semedo no se cortó y la cosa acabó con Neymar expulsado por Valverde del entrenamiento.
Así de abruptamente se topó Semedo con la realidad del Barcelona. Su fichaje, cerrado por la negativa del Arsenal a negociar por Bellerín, costó 30 millones de euros y sorprendió relativamente. Semedo, no obstante, parecía destinado desde un principio a un papel protagonista. Aleix Vidal no dio la talla en la ida de la Supercopa ante el Madrid y Sergi Roberto había mostrado su prioridad por jugar en el centro del campo. Sin embargo, el de Reus observó con preocupación cómo no sería tan fácil jugar en el centro del campo con jugadores como Iniesta, Rakitic, Busquets o Paulinho. Para que volviese a tener minutos, se decidió su regreso al lateral, posición que le debe a Luis Enrique, que le colocó ahí después de la marcha de Daniel Alves.
Así, Semedo desapareció en diciembre de las alineaciones del Barça. Apenas contó con minutos y, además, vio una tarjeta contra el Sporting de Portugal en un partido intrascedente en el Camp Nou quie conllevaba sanción para la ida de octavos ante el Chelsea. Su temporada entró en un tramo intrascendente. De pronto, el 24 de febrero, Valverde decidió darle minutos contra el Girona y jugó un partidazo. Casi al final del partido, sin embargo, se lesionó. Lo peor, sin embargo, estaba por llegar.
Una vez recuperado, Valverde decidió jugar los cuartos de final de la Champions con un doble lateral de seguridad: Semedo-Sergi Roberto. Después del éxito del partido de ida (4-1), la pareja repitió en el Olímpico. El resultado fue una noche negra del Barça y una foto: la del 3-0 del Roma con el cabezazo de Manolas, que se había liberado del marcaje del portugués con facilidad. Parte de la crítica le señaló por una derrota que, obviamente, tuvo culpables mucho más gruesos que él: Valverde, Messi, Umtiti…
Semedo se enfrenta, sin duda, a un año clave en su carrera. Para demostrarse que tiene sitio en el Barça, necesita dar un salto de calidad. Ser más dañino en el juego ofensivo, prodigarse más en las subidas, y corregir los fallos de atención en defensa. Para un futbolista que empezó como mediapunta y luego como interior derecho y que cumplirá 25 años, no puede decirse que su evolución haya sido decepcionante. Pero el Barça siempre obliga más. Para su felicidad personal, el portugués espera no perder a Yerry Mina, con quien estableció una química especial desde que llegó. También con los brasileños. A Paulinho ya lo tiene en China pero a cambio recibió a Coutinho a mitad de temporada y ahora podría hacer migas con Arthur. Quien apostaría por esta complicidad con los brasileños cuando hace ahora justo un año se repartía unos mamporros con Neymar.