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LEGANÉS

El Leganés aparta a Gabriel mientras negocia con el Benfica

El club ha endurecido sus posturas negociadoras y el proceso está afectando al futbolista, al que sus compañeros ven triste por el riesgo de perder el tren del Benfica.

Gabriel Pires con el Leganés.
PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

El caso Gabriel Pires y su posible salida al Benfica ha sufrido esta mañana un giro brusco. El futbolista ha sido apartado del trabajo del resto de sus compañeros en la sesión matutina a puerta cerrada que ha tenido lugar en la Instalación Deportiva Butarque. Antes de comenzar, el mediocampista ha comunicado al cuerpo técnico que se sentía algo indispuesto. El entrenador, Mauricio Pellegrino, le ha reprochado su comportamiento ante todo el grupo y luego ha comunicado que el brasileño no se ejercitaría con el resto. Se desconoce si es una medida puntual o si se prolongará en el tiempo.

Desde el pasado miércoles, el Leganés entrena a puerta cerrada. Ayer AS fue testigo sólo de los primeros 15 minutos de la sesión vespertina. En ese cuarto de hora se vio a un Gabriel pensativo, meditabundo y algo solitario. Por momentos incluso se le notó triste. Pero Gabriel, en ese lapso de tiempo, se ejercitó como uno más. Con la misma intensidad de siempre.

Ayer miércoles el diario Record abrió en portada con Gabriel afirmando que le encantaría dar el salto al Benfica. Aquellas palabras sentaron muy mal en un Leganés que endureció su postura negociadora aferrándose precisamente a la repercusión que estaba teniendo el caso y a esas declaraciones, confirman fuentes cercanas al equipo lisboeta.

Entre tanto, el vestuario del Leganés ve a Gabriel tocado. Sus compañeros saben que para el futbolista se trata de una oportunidad única. Un tren que quizá no vuelva a pasar. Dar un salto a un equipo Champions con buen salario, con opciones de tener rol protagonista e incluso con posibilidades de jugar con Portugal (tiene doble nacionalidad) no sucede todos los días. De ahí que se le vea triste ante el panorama que se ha abierto en las últimas horas.

El Leganés ha enrocado su postura aferrándose cada vez más al discurso público de que no venderá a menos que sea por su cláusula (20 millones) o una cifra que guste al club. Por Butarque no sólo no han bajado su petición económica, sino que la han aumentado.

Ahora ya no reclaman 11 millones. Ahora piden entre 12 y 13. También pierde peso (aunque no se descarta) la posibilidad de incluir cesiones desde el Benfica para abaratar el pago. Endurecimiento frente al que está chocando el Benfica y que podría agotar su paciencia, aunque por Lisboa insisten que el margen de los encarnados es amplio...aunque no infinito.

Entre tanto, al Leganés siguen llamando equipos preguntando por la situación del brasileño visto que hay negociaciones abiertas con el Benfica. Fuentes cercanas a Butarque afirman que, por ahora, sólo se negocia con el propio Benfica.