Buenas vibraciones en el estreno del Athletic de Berizzo

Fue ante un rival de Segunda B, que lleva tres sesiones y aún no sabe ni por dónde circula el balón, pero se advirtió ayer en Amorebieta que en la coctelera de Berizzo suenan cosas y lo que hay dentro puede ser jugoso. Los chavales piden paso, hay ritmo y predisposición al fútbol combinativo. Los tres goles del partido que abrió curso fueron de Unai López, Nolaskoain y Sancet. Tres jugadores ajenos al primer equipo el año pasado. Un chico cedido al Rayo, otro que estaba en el filial y encima en una posición distinta a la actual y uno que salta del juvenil. Significativo. Ganea, otro recién llegado, también brilló. El Athletic de Berizzo tiene ritmo, lo demostró en el primer tiempo con un gran Unai López, y su medio campo es dinámico. Presiona como si le fuera la vida en ello y combina mucho.

El Athletic solventó su primer ensayo de forma plácida ante un Amorebieta de Segunda B aún sin romper el cascarón en un compromiso desigual, sumando más dinamita en la primera parte, con Unai López gobernando el choque con mano firme, que en la segunda, aunque aquí llegaron más goles.

En el acto inicial puso en liza el Toto a un centro del campo que bien puede ser el que inicie la Liga. Dani García trabaja por delante de los centrales y un poco más delante le apoyan Unai López y Beñat, pero con Berizzo la sala de máquinas es tan dinámica y abarca tanto campo que se intercambian constantemente. Los tres tuvieron tramos en los que bajaban a organizar el juego. Los extremos se meten mucho por dentro y los laterales viven de forma permanente en campo ajeno. La presión se organiza frenética tras pérdida, asumiendo riesgos.

El equipo siempre está predispuesto a jugar, aunque en la actual fase de la campaña es normal que las piernas pesen y no haya esa ligereza del campeonato. “No retenga”, gritaba Berizzo desde la banda a Herrerín. Quiere ritmo, que la bola no se duerma. Tampoco le gusta que bajen mucho cualquiera de los tres atacantes, porque se reduce el campo.

Una gran jugada en el área de Iñigo Vicente, chisposo en la banda izquierda, abrió la lata tras dejar a placer a Unai Lopez. El exrayista fue el mejor del partido. Abarcó casi todas  las parcelas, jugó el balón con criterio y apenas lo perdió en zonas comprometidas. Y luego tiene algo básico en el fútbol moderno: el disparo. Metió un zapatazo desde fuera del área que se colaba cerca del poste pero se encargó de sacar el meta local Tena. El equipo mantiene un 4-3-3 que en ocasiones en defensa se sitúa en 4-1-4-1.

Beñat parece más fresco. Sabe que en su zona hay mucha población y se tiene que ganar el afecto del entrenador.  En el 27 probó con el exterior un balón que se le marchó fuera. En el segundo tiempo, Berizzo mantuvo el mismo esquema, con un once en el que solo repitió Herrerín, que aguantó 20 minutos más. A Remiro le concedió media hora, es un mensaje evidente que no lo ve muy próximo. Nolaskoain sigue probando como central, y Guruzeta, como mediapunta, con Sabin de nueve. El ritmo fue mucho más mortecino, aunque curiosamente llegaron más visitas a la meta contraria y goles: dos. El tramo final, con el Amorebieta ya sin resistencia física, fue un monólogo en rojo y blanco. La tuvo Córdoba en el 64 pero no definió bien en área. Sancet dispuso de 20 minutos, y desplazó a Guruzeta a una banda. Fue el rato de los chavales. Nolaskoain anotó en un córner y Sancet tras un gran zapatazo pegado al poste. Ganea estuvo muy activo y rondó la meta contraria con un tiro lejano y un gran sombrero. Por último, Guruzeta, tras un buen recurso con reverso, estuvo a punto de colarla junto al poste.