Mágico inauguró la puerta que lleva su nombre en pleno delirio
El salvadoreño acudió, con dos horas y media de retraso, a la inauguración de la puerta de Carranza que a partir de ahora lleva su nombre.
La locura volvió a desatarse en Cádiz con Mágico González. Otra vez el cadismo desbordó de cariño, y provocó avalanchas, por el que fuera futbolista amarillo. Para hoy estaba previsto que el salvadoreño inaugurara la puerta del Ramón de Carranza que lleva su nombre entre preferencia y fondo sur y se reuniera con las peñas cadistas a partir de las 19:30 horas. Se hizo, pero con un retraso de dos horas y media. Para variar.
El retraso del salvadoreño hizo al Cádiz cambiar todos los planes. Sobre las 20:00 horas, aproximadamente, prensa y representación de las peñas entraron al palco para hacer tiempo. Dos horas y media después, a las diez de la noche, Mágico llegaba para inaugurar la puerta que ya luce su nombre. Allí, la locura hizo acto de presencia e incluso hubo alguna que otra avalancha. Todos querían abrazar y hacerse una foto con el ‘Mago’.
Sobre las 22:25 horas, Jorge llegaba a la sala de prensa de Carranza entre los aplausos de los peñistas. Al verlo, González no pudo evitar las lágrimas de emoción, procediendo a un tierno encuentro que contó con las palabras de cariño de Fernando Arévalo, presidente de la Federación de Peñas Cadistas y la posterior entrega de un trofeo con forma de la antigua Torre de Preferencia. Posteriormente, se hizo el silencio y ‘Mágico’ habló.
“No tengo palabras, no sé cómo explicar lo que siento ahora mismo. Estoy muy emocionado. Solo quería dar las gracias a las peñas cadistas que son tan fundamentales para nuestra noble afición cadista. No tengo más palabras, es que, sin comentarios. Esto es de locos, pero es cosa de Diosito lindo. Él es el que sabe por qué ocurren las cosas. Quiero agradecer a los que han hecho posible que esté aquí de la manera que yo creo que debía estar en Cádiz”, expresó visiblemente emocionado.
Posteriormente, y ya para cerrar el acto, el presidente cadista Manuel Vizcaíno dio las gracias a Jorge por haber aceptado la invitación, dando paso a una gran foto de familia y rápida firma de camisetas a todas las peñas. Todos querían saludar, abrazar, tocar al ídolo de la hinchada cadista. Pero todo tenía que ser rápido porque a las once salía el autobús hacia Madrid. El Mago vuelve a El Salvador.
