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LEGANÉS

Los nuevos mandamientos de Pellegrino en el Leganés

Tras cinco años de ‘Garitanismo’, el argentino ha traído una nueva forma de trabajo. Balón y mucho trabajo táctico, sus primeras señas de identidad. Trabaja con periodización táctica.

Los nuevos mandamientos de Pellegrino en el Leganés
JUAN AGUADODIARIO AS

Cinco años es mucho tiempo. En fútbol, una eternidad. El lustro que Asier Garitano ha dirigido al Leganés ha cincelado rutinas al sur de la capital hasta hacer callo. En Butarque ya estaban acostumbrados a una única manera de entrenar. Pero eso pasó. Hay nuevo jefe en la oficina. Mauricio Pellegrino no ha necesitado ni un puñado de horas para demostrar que él es diferente. Sus métodos son distintos. También sus formas. Nuevos mandamientos para una nueva era.

El argentino ha dirigido apenas tres sesiones. Ayer lunes, primer día de trabajo, las dos primeras. Hoy martes, la siguiente. Y en todas se repiten rutinas que contrastan con la fórmula anterior, la que empuñó Garitano para hacer alquimia hasta transformar el bronce en oro. Un equipo de Segunda B, en uno de Primera.

Por ejemplo, Pellegrino se implica mucho, muchísimo en cada ejercicio. Su personalidad es tímida cuando se aleja del verde, pero dentro de la cancha se transforma en un entrenador enérgico, que grita con autoridad en cada ejercicio. En cada charla. El corrillo con el que comienza la jornada está trufado de gestos y arengas que se oyen en toda la ID Butarque. Y si es necesario corregir a cualquiera de sus chicos, lo hace con la misma intensidad.

Obsesión táctica

También destaca su gusto por el balón. Las dos primeras sesiones matinales con el argentino al frente lo han tenido de protagonista casi exclusivo. Eso no resta dureza física a sus ejercicios. Al contrario. Tras el último entreno del lunes, más de un futbolista abandonó el recinto reventado.

Y en medio del trabajo con balón, obsesión táctica constante. Pasada media hora de su debut al frente del Leganés, Pellegrino ya estaba haciendo ejercicios en los que diseccionó parte de su pizarra. Un 4-4-2 se dibujó sobre el césped con la tinta de sus órdenes, sus indicaciones y su meticulosidad. Una obsesión futbolera por el rigor en el esquema.

El método de Mourinho

Así es la periodización táctica. Es el método que sigue Pellegrino y que nutre con su conocimiento Xavier Tamarit, su segundo. Este valenciano es un amante de la filosofía creada por Mourinho en el Oporto y desarrollada después en el resto de sus equipos. Tamarit ha escrito dos libros al respecto. También da conferencias explicando qué es y cómo aplicarla. Erudición al servicio del fútbol.

Uno y otro, Pellegrino y Tamarit, se ocupan de inspeccionar con minuciosidad el terreno de entrenamiento antes de cada sesión. Discuten, hablan y evalúan cada palmo de hierba. Y luego vuelven a hablar. Hablan, hablan y hablan sin parar. Cualquier ejercicio es una buena oportunidad para intercambiar información.

¿Y el resto de sus colaboradores? Carlos Compagnucci, ayudante técnico, es un observador empedernido que, libreta en mano, complementa las instrucciones de Pellegrino. Miguel Herrera, el preparador físico, participa en cada ejercicio en silencio, sin apenas escuchársele. Grita más Joseba Ituarte, el preparador de porteros, también amante de una intensa preparación física para sus arqueros.

A todos los observa desde lejos Pedro Hernández, analista y único superviviente del anterior cuerpo técnico, quien, desde la pasarela de la ID Butarque, graba toda la sesión para, más tarde, deglutirla con todo el staff de Pellegrino, un nuevo entrenador con nuevas reglas. Con nuevos mandamientos.