El balón, protagonista en el inicio de la era Berizzo en Bilbao
"Todo lo que se ejecute, hay que hacerlo bien y a la máxima velocidad posible", remarcó el técnico argentino con su voz potente. 34 jugadores. Ante la ausencia de Kepa, Hodei se ejercitó arriba.
La era Berizzo arrancó en Lezama con buen tiempo, poca expectación y el balón como gran protagonista. Nada que ver con el espeso arranque de Bielsa, uno de sus maestros, en los que el balón de inicio era ajeno. Aquí todo comenzó con la herramienta favorita de los jugadores. Con su grupo de colaboradores muy activo y 34 futbolistas, entre ellos cuatro porteros, el Athletic se activó muy pronto, a las 9:40 horas. Solo falta Arrizabalaga, que prolonga sus vacaciones tras el periplo mundialista (regresa el día 23, justo para incorporarse al stage de Holanda), y en su lugar ha subido el cachorro Hodei Oleaga. Tras una foto de familia para abrir el telón y otra del cuerpo técnico, el preparador argentino impartió una breve arenga y comenzaron los ejercicios, solo ante 150 espectadores en unas instalaciones que lucen una cara nueva tras las obras emprendidas durante el verano. Al salir el Toto al terreno de juego fue ovacionado por la concurrencia, un gesto que devolvió afectuoso levantando la mano.
Pablo Fernández, uno de los cinco colaboradores que se ha traído el exentrenador del Sevilla, fue el primero en pisar el verde y el que llevó la voz cantante en muchas fases, aunque casi todos participaron en la tarea inicial. El calor, ya tan temprano, presidió una sesión con toques y rondos en cinco grupos. "Todo lo que se ejecute, hay que hacerlo bien y a la máxima velocidad posible", remarcó Berizzo con su voz potente. Después llegó el turno para toques y salidas con picas. Al margen del amplio grupo se ejercitaban los metas Herrerín, Rermiro, Simón y Oleaga. Berizzo redujo una de las partes del campo con unas cintas para hacer posteriormente un rondo gigante, con los jugadores en tres bloques y uno de los sectores divididos entre futbolistas dentro y dos por fuera en cada lada del cuadrante. Se jugó a dos toques máximo.
"No pierdan, importante que no la pierdan", griataba. Tras una hora y cuarto, el equipo estiró y se fue a vestuarios. Un corrillo final, con un par de frases de Pablo Fernández, puso fin a la primera sesión de la etapa Berizzo. En breve comenzará a despejarse un grupo con 20 jugadores que siguen del año pasado, cuatro fichajes, tres que vuelven de cesión y siete cachorros (seis del filial y el juvenil Sancet). Toda la plantilla accedió posteriormente a firmar auógrafos con la afición ya bajo un calor sofocante. Por la tarde les espera trabajo físico. Causaron sensación, incluso entre sus compañeros, un Lamborghini de Muniain y un Bentley de Iñigo Martínez, estacionados en el aparcamiento de la primera plantilla.
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