Alemania, la gran ausente: jugó todas las semis desde 2006
Desde la llegada de Joachim Löw, es el primer torneo internacional de selecciones en el que Alemania no estará en la ronda previa a la final. Solo ganó Mundial 2014 y Confederaciones 2017.
La selección alemana, como la marca de coches que la patrocina, ha estado caracterizada estos años por la solvencia y la fiabilidad rozando unas cotas de éxito altísimas con una regularidad inédita y, posiblemente, solo mejorada por la selección española en una racha más corta pero en la que tocó metal hasta en tres ocasiones (campeona de Europa en 2008, del Mundo en 2010 y defensa del título europeo en 2012).
De hecho, ocho torneos internacionales después (tres Mundiales, tres Eurocopas y dos Copas Confederaciones) Alemania estará fuera de las semifinales después de un Mundial que, a pesar del resultado, no supondrá el fin del ciclo Löw al frente del combinado nacional germano.
Eurocopa 2004: fin de ciclo y renovación
Después del batacazo en la Eurocopa de Portugal en 2004 a las órdenes de Rudi Völler, Jurgen Klinsmann se hizo cargo del equipo. Alemania había quedado fuera en la primera fase de la Eurocopa después de ser subcampeón del Mundo y a solo dos años de recibir el Mundial en casa.
Fue con el de Göppingen al frente con el que el combinado nacional alemán recuperó el nivel que le correspondía en una selección en la que fue dando paso de forma progresiva a los jugadores que serían claves en una de las mejores décadas de esta selección. Supo combinar a la vieja guardia con los jóvenes que venían como Phillip Lahm, Podolski o Bastian Schweinsteiger. De hecho, en la convocatoria final para el Mundial de 2006, solo Nowotny, Neuville, Kahn y Schneider superarían los 30 años.
Desde el primer partido del Mundial, Klinsmann apostaría por la juventud y estos responderían con rendimiento llevando a Alemania hasta las semifinales del Mundial, en la que perdieron de forma dramática contra Italia (Grosso y Del Piero anotaron en los últimos dos minutos de la prórroga).
A pesar del gran resultado (tercero en la Confederaciones de 2005 e idéntico puesto en el Mundial), Klinsmann no se vio con fuerza para seguir y decidió no renovar su contrato con la DFB dando paso a la etapa de Joachim Löw, hasta entonces su asistente.
El ciclo Löw
El de Schönau seguirá en el banquillo alemán después de caer en fase de grupos y es que se ha ganado la confianza a base de excelentes resultados de forma continuada. Desde 2008 hasta este Mundial, Alemania ha disputado las semifinales de todos los torneos internacionales aunque "solo" consiguió salir campeón en dos ocasiones, del Mundo en Brasil 2014 y de la Copa Confederaciones en 2017 siendo España la que más veces fue capaz de apearla en las ronda previa a la final (Eurocopa 2008 y Mundial 2010).
Con Joachim Löw, el fútbol alemán se reinventó apostando por un modelo de asociación más parecido al estilo español que tantos éxitos ha propiciado. El entrenador ha sabido integrar a los jóvenes talentos que han ido surgiendo en el fútbol alemán (en su momento, Özil, Reus, Mario Götze, Sami Khedira, Julian Draxler, Manuel Neuer...) y sacar el máximo de jugadores de más edad como Miroslav Klose o Lukas Podolski en los últimos años de servicio a la selección.
En la Eurocopa 2008 llegó hasta la final de Viena con una convocatoria intergeneracional donde aún aguantaban, por ejemplo, Ballack o Jens Lehmann, portero titular en la final del Prater de recuerdo alegre para el público español. Aunque se llegó al subcampeonato, en 2010, Sudáfrica, llegó la renovación y la apuesta por una excelente generación joven con Khedira, Özil, Müller o Kroos pero, otra vez, sería España la que acabase con las opciones de título alemán.
Su estilo se afianzó dos años después, en la Eurocopa de 2012, donde siguió apostando por la entrada de talento joven como en ese momento eran Gündogan, Hummels, Schürrle, Götze, Boateng o Reus pero esta vez fue Italia la que impidió la reedición de la final de 2008 con, posiblemente, la mejor actuación de la carrera de Mario Balotelli. En 2014, el plan alcanzó la cumbre, alzándose con la Copa del Mundo en Brasil siendo este el punto álgido de esta generación alemana que además, dejó un histórico 1-7 a Brasil en Maracaná en, como no, semifinales.
Con la cuarta estrella en el pecho y una lista bastante similar, Joachim Löw afrontó una Eurocopa en la que se volvería a quedar al borde de la final cayendo ante Francia por 2-0 con un doblete de Antoine Griezmann.
Este 2018, supone un borrón en el prácticamente impoluto expediente de Löw para el que aún se buscan motivos. Se habla del bajo nivel de jugadores clave como Mesut Özil y según Bild, se apunta a los videojuegos como posible motivo de la separación de un grupo que, por primera vez en años, no estará en semifinales de este Mundial.
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