LaLiga propondrá a la RFEF que el calendario sea asimétrico

LaLiga va a trasladar en los próximos días a la Federación Española de Fútbol (RFEF) un cambio en el modelo actual del calendario en Primera y Segunda División. El organismo que dirige Javier Tebas quiere que sea asimétrico, esto es, que la primera vuelta no sea espejo de la segunda. Se quiere que los rivales de las jornadas en la primera vuelta no coincidan el orden de los rivales en la segunda.

Un ejemplo: el equivalente la primera jornada del campeonato podría disputarse a final del curso. También podría darse el caso que un equipo encadenase más de dos partidos jugando en casa o lejos de casa. Las fechas serían maleables en función de los intereses previos de LaLiga, los clubes y la RFEF.

De esta forma, LaLiga y la RFEF podrían cincelar un calendario que favoreciera a los equipos que disputan, por ejemplo, competiciones europeas, evitando enfrentamientos entre ellos cuando llegan las fechas en las que están en juego los torneos continentales. También ayudaría a ubicar partidos relevantes para el campeonato, tales como el clásico, o derbis de renombre, en fechas que comercial y competitivamente interesaran más a todas las partes.

Si la RFEF diera luz verde a esta iniciativa, su aplicación, cuentan fuentes de LaLiga, podría ser inminente y tener efectos ya para la temporada que está a punto de empezar, la 2018-2019. Hay que recordar que el próximo 24 de julio se celebrará la asamblea de la RFEF en la que se sorteará este calendario.

España, la excepción de Europa

En la mayor parte de las competiciones importantes de Europa el calendario ya está condicionado y es asimétrico. Sucede así en la Premier, donde ni siquiera hay sorteo y se trata de un calendario diseñado a medida. Por ejemplo, el famoso Boxing Day, la jornada que se juega en Navidad, suele acaparar partidos relevantes no por casualidad. Se trata de una situación teledirigida desde el campeonato. La Bundesliga, la Ligue 1 o la Eredivise copian este modelo.

España es de las pocas naciones donde aún se sigue un calendario simétrico en un modelo que se implantó en los años 50 y que apenas ha sufrido ligeras modificaciones para fomentar, por ejemplo, que los clásicos se jueguen en fechas relevantes.

Este curso el Real Madrid Barça se disputó el 23 de diciembre, casi al final de la primera vuelta, por expreso deseo de LaLiga, que luego quedó desencantada porque, precisamente por la simetría del calendario, forzó que el duelo de la segunda vuelta se disputara demasiado al final del torneo, cuando el Barça ya era campeón y el choque perdía, obvio, buena parte de su encanto.