Medina: "Lo peor que pudo pasar fue hablar de ascenso directo"
El ex Director Deportivo del Tenerife destacó que si el club no hubiese salido del pozo de la Segunda División B, “hoy como tal, no estaría”.
Escuchar a Quique Medina (Santa Cruz, 1967) es oír a la historia viva del Tenerife. Lo fue todo en el club: empezó en la base y vistió de blanquiazul en Segunda B, Segunda y Primera División (sumó más de 180 partidos). Una vez retirado, entrenó al filial, también al primer equipo y fue Director Deportivo. “Lo único que me falta es ser presidente y no me veo nunca en esa tesitura porque no estoy preparado para ello”, contó el tinerfeño.
El ex defensa siguió la última parte de la pasada campaña y opinó que “lo peor que le pudo pasar fue iniciar el año con el mensaje de ascenso directo. Eso crea una expectativa muy grande al entorno. Y cuando no logras hacerlo, todo el mundo se siente engañado o desilusionado”. Además, si bien cree que el Tenerife debe aspirar a ascender, “su trayectoria histórica es de Segunda División y los ascensos a Primera son contados”.
Eso sí, confía en la continuidad de Joseba Etxeberria porque ya es tarea ganada, “pero eso no te garantiza que las cosas salgan bien. En el fútbol nada está asegurado”, e imaginó una próxima temporada “muy dura y donde seguramente haya sorpresas. Como todos los años, habrá clubes muy importantes que estarán luchando por no descender”.
Volviendo al pasado, gracias a su gestión en la dirección deportiva, se logró la difícil misión de sacar al equipo del pozo de la División de Plata en 2013. “Se hizo un buen trabajo”, admitió, “porque el principal objetivo de mi etapa era ascender. Si el club ese año no lo consigue, hoy como tal no estaría”, reconoció. “Es un orgullo haber contribuido para que salga de donde estaba. Además, con muchos chicos de la casa, con un cuerpo técnico prácticamente canario. Más orgulloso que yo de esto, puedo asegurar que no hay nadie”, insistió.
Medina aseguró que el Tenerife “es un club que desgasta mucho, sobretodo si lo llevas en el corazón. Si no es así, no desgasta nada y lo haces en plan mercenario”. Por su buen hacer, su salida fue sorpresiva. “aquel fue un día duro porque no lo esperaba, pero al final se toman decisiones y uno lo tiene que acatar porque al igual que decidieron en su momento contratarme, optaron luego por desvincularme”.
Quique contó que no tiene relación con Álvaro Cervera, el entrenador de su etapa. “No estoy dolido, son tomas de decisiones, el club decidió elegirlo a él como estandarte y yo me tuve que ir”, dijo. Consultado si volvería, lo tuvo claro: “no me lo planteo. Ellos tienen su forma de trabajar, pero sé que algún día volveré, aunque no sé cuando. Siempre tengo esa espinita clavada en el corazón”.
Mientras tanto, sigue sumando experiencia en el extranjero y el año pasado emprendió una importante aventura en Zambia como responsable deportivo del Lusaka Dynamos. “En África, la gente quiere mejorar, pero les cuesta dar el pasito. Tienes que ir con todo atado y bien atado. Yo tenía contrato por tres años, pero me volví el primero porque no garantizaban los pagos. Ha sido una experiencia muy gratificante y he dejado muy buenas amistades”, relató.
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