El descenso del filial sirve al Sevilla para hacer caja
Ondoa ya ha dejado un millón de euros con su marcha a Bélgica mientras que por el delantero Marc Gual se espera recaudar cinco 'kilos'.
El descenso a Segunda B del Sevilla Atlético obliga al club a vender a varios jugadores que por edad no podrán jugar en la categoría de bronce la siguiente temporada. Pese al mal año, en el que el equipo se vio condenado al descenso casi desde comienzo de temporada, el filial sevillista cuenta en sus filas con jugadores con cierto cartel en el mercado, con los que se pretende hacer caja y generar unos ingresos con los que no se contaba para la planificación de la primera plantilla.
El primero en hacer las maletas ha sido el portero camerunés Fabrice Ondoa, que se ha marchado al Oostende belga dejando un millón de euros en las arcas sevillistas. El siguiente con más cartel es el delantero catalán Marc Gual, por el que el Zaragoza puja con fuerza para cubrir la vacante que Borja Iglesias ha dejado en el ataque maño. Caparrós ha tasado a Gual en 5 millones de euros y el Zaragoza pretende rebajar ese precio, por lo que las negociaciones continúan.
Otro jugador con cartel en LaLiga 123 es Fede San Emeterio por el que el Granada se ha interesado y por el que el Sevilla también espera recaudar un par de millones. Así, tras un año en la que la aportación del filial al primer equipo se limitó a apariciones esporádicas de Carlos Fernández y al debut de Lara en la última jornada del campeonato, el mercado sí permitirá sacar beneficio a la última aventura en la categoría de plata del segundo equipo sevillista.