Las obras de Anoeta siguen los plazos previstos
"La Liga ha confirmado que hasta el 15 de septiembre podemos no jugar en Anoeta, y para esa fecha el reto es llegar con el 70% de la reforma completada", explica la arquitecta.
"Las obras de Anoeta son un reto continuo, pero van por buen camino. Estamos en los plazos previstos". Son palabras de Izaskun Larzabal, la arquitecta del nuevo estadio de la Real Sociedad, que supervisa día a día cada movimiento, para que se pueda cumplir el objetivo de que para el 15 de septiembre esté construido el 70% del nuevo Anoeta, que entonces tendrá capacidad para 28.000 espectadores, y se evite de esa manera que la Real tenga que jugar algún partido como local lejos de San Sebastián. Porque la remodelación de Anoeta afronta este verano su fase más crítica y decisiva, con la bajada de la cota del césped y la colocación de las cuatro cerchas que serán el nuevo elemento distintivo del campo de fútbol txuri-urdin.
"Para visualizarlo rápidamente, estamos escavando el terreno de juego, estamos quitando tierra para bajarlo hasta -1,80 metros sobre el estado actual. Luego estamos trabajando en la rectificación de la tribuna baja de los laterales, que la adelantamos, ya empieza a desaparecer la curva y la empezamos a ver en paralelo al terreno de juego. Y estamos cosiendo el fondo sur nuevo con las tribunas laterales, y estamos haciendo trabajos en la cubierta, como la subida de la tercera cercha, prepararlo todo para subir también la cuarta y última, y vamos un poco por capas para que todo vaya al final en solape", explica Izaskun Larzabal al Diario AS, en un repaso exhaustivo a cómo marchan las obras que tienen en vilo a todos los aficionados realistas.
Las cuatro cerchas serán a partir de ahora el nuevo elemento distintivo de Anoeta, cuatro amasijos de hierro en la parte superior de la cubierta, dispuestos de tal forma que cambiarán la fisonomía del campo donostiarra. Se han colocado dos, y con la tercera y cuarta hay algún problema, que ya tenían previsto. "El tema es que el fondo sur y le norte se pusieron, pero las dos que quedan tienen que encajar perfectamente en el hueco que le dejemos, porque eso va a presión. Entonces tenemos con gatos que abrir un poco la cercha norte y sur, y ajustarla milimétricamente. Pero con la oscilación de temperaturas de la semana la cerca ha dilatado y ha estirado su dimensión, y todavía nos faltan dos milímetros para poder colocarla, algo que conseguiremos a principios de la semana que viene, cuando recupere sus dos centímetros. Pero no es un tema grave, sabíamos que podía pasar y queremos hacerlo bien. Y luego la cuarta cerca se colocará en unos quince días, ya tenemos montada en el suelo el 60% y entonces cuando la completemos la podremos colocar", señala Larzabal, que añade que el material para poder construir las cerchas llega desde Santander.
Todo este trabajo, muy delicado y para el que se han organizado tres turnos, porque no se para ni de noche, va según los plazos previstos, no ha supuesto ningún retraso. "Los objetivos para este verano son inmensos, porque hacemos una transformación muy voluminosa en poco tiempo, así que más o menos estamos dentro de los objetivos iniciales. Siempre hay un desfase de un día en algún elemento que luego se recupera. Hay una dinámica habitual, pero dentro de lo previsto, aunque cada semana es verdad que es un reto", señala Larzabal, que confirma que si se sigue este ritmo, no tendrá que solicitar jugar ningún partido como visitante. "En principio no se baraja otra opción. La Liga ya ha confirmado que hasta el día 15 de septiembre podemos no jugar en Anoeta, y como lo que se baraja es un proceso intermedio con un aforo de 28.500, y como la cubierta del fondo norte no se derriba hasta pasar este momento crítico, en octubre, se puede conseguir ese reto. El terreno de juego estará en su posición nuevo y garantizar que el aficionado pueda llegar a su localidad sin problema, aunque entendemos que las tripas no van a estar modificadas en su totalidad, pero sí podremos garantizar un partido, y cada quince días veremos muchos más avances. Trabajamos en esa línea". En ese momento, estará construido "alrededor de un 70% del nuevo Anoeta", una obra muy compleja porque se remodela la mitad del estadio, "respetando el 50% de lo que hasta ahora ha sido Anoeta".
Precisamente, eso ha sido lo más complejo, conseguir que el nuevo Anoeta no parezca un estadio remodelado, sino que parezca que es completamente nuevo. "El objetivo inicial siempre fue no derribar el estadio construido, hubo varias opciones, y lo que ha surgido es una remodelación con una obra muy intensa este verano, pero que la final se hacen dos fondos completamente nuevos, porque la distancia con las pistas era de alrededor de 42 metros, estábamos muy lejos, y tenía una geometría curva-elíptica. Y ahora conseguimos que tenga su paralelismo con la portería, totalmente rectangular. Y luego lo que hemos hecho, a partir de ese punto interior, ir cosiendo por fuera las diferentes gradas, y la mayor dificultad es que es ese cosido no se note que es una obra remodelada". Y cuando esté construido el nuevo Anoeta, los aficionados tendrán una nueva experiencia de disfrutar del fútbol. "La clave del proyecto era recuperar la forma de Atotxa o de cualquier campo inglés, rectangular. Y segundo como la cubierta es rectangular y va al borde, el raído se queda en las instalación y redunda, antes se disipaba, y la acústica notará gran diferencia. Y para llegar a su localidad, cambia la manera de entrar. Hasta ahora ha sido diversa, y en el futuro Anoeta todos entramos por el zócalo, por la cota 8, hay un zócalo que unifica el estadio, y una vez que estás dentro, ya vas a optar por diferentes comunicaciones para llegar a su localidad. Y en ese hall podrás estar un rato y luego te vas a tu localidad. Y luego todo el mundo entra a cubierta en la planta baja. Y ahí se va a generar vida en esos lugares, para que la gente pueda ir antes a Anoeta", explica la arquitecta del futuro Anoeta.
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