El Extremadura asciende a Segunda en Cartagena
El Extremadura consiguió este domingo el ascenso a la Liga 1|2|3 después de empatar a cero en el campo del Cartagena y hacer valer el 1-0 del pasado domingo.
En el calentamiento, el Cartagena perdió al defensa central Moisés, lesionado, y con esa mala noticia comenzó un choque que dominó el Extremadura en su tramo inicial, generando además peligro con un tiro fuera de Enric Gallego y sendas acciones en las que los zagueros locales Mejías y Oscar Ramírez despejaron ante Kike Márquez y el propio Enric Gallego.
El cuadro blanquinegro reaccionó después superado el minuto 15 y Aketxe, por dos veces; Aitor Ruibal y Gaspar estuvieron cerca de marcar y nivelar así la eliminatoria, pero les faltó precisión al ejecutar en el área rival o se encontraron con el portero Manu.
En la segunda parte, con Hugo Rodríguez en sustitución de Owusu de salida y luego con Rubén Cruz en lugar de Diego Benito y Moussa por Gaspar, los de Alberto Monteagudo llevaron claramente la iniciativa ante un rival pertrechado en defensa y apelando a las pérdidas de tiempo.
La mínima renta adquirida en el encuentro de ida, siete días antes en el Francisco de la Hera, permitía al Extremadura ascender y el conjunto dirigido por Juan Sabas mantenía a raya a su rival.
De hecho, el Cartagena, pese a acumular atacantes en campo contrario, tenía cierta dificultad para traducir su juego en ocasiones.
No obstante, conforme se acercaba el final el ataque ya fue acoso y ahí sí hubo ocasiones para los de casa. Jesús Alvaro, disparando por encima del larguero; y Hugo Rodríguez, topándose con Manu, tuvieron el empate, como Rubén Cruz, cuyo remate de cabeza fue a las manos del guardameta visitante; y Moussa, quien vio como su remate acabó despejado a córner.
El Extremadura, por mediación de Enric Gallego y Pardo, también pudo marcar y así evitar apuros en un choque cuya segunda mitad duró 57 minutos.
Al final se llegó con el éxtasis extremeño, rúbrica de una temporada en la que los pacenses fueron cuartos en el grupo IV, y la desesperación cartagenera, representada en las postreras tarjetas rojas que vieron Rubén Cruz y Chavero por sendas acciones sobre Kike Márquez y Enric Gallego.