El vicepresidente Moro dimite y los rumores de venta aumentan
Con la salida del bodeguero se exterioriza la guerra interna por el control del club que existía desde hace varios meses, mientras Suárez no descarta vender el club.
Si alguien pensaba que el ascenso a Primera División suavizaría las aguas en Zorrilla se equivocó. Los continuos rumores de una posible venta del Real Valladolid, del que Carlos Suárez sigue siendo el máximo accionista con un 59%, a grupos americanos, mexicanos o a Ronaldo Nazario en los últimos meses han crecido con la vuelta del club a la Liga Santander y encima hoy se hizo oficial lo que era un secreto a voces. El vicepresidente, José Moro, anunció su dimisión por “un distanciamiento” con el presidente del club, Carlos Suárez, y afirma que “el incumplimiento del modelo pactado a la hora de tomar decisiones ha sido un agravante, viéndome desautorizado desde el punto de vista de mis funciones ejecutivas”, amén de “la no aceptación de las distintas propuestas realizadas en mi área de responsabilidad fueron reiteradas y son las causas que motivan mi decisión”.
Hay que recordar que Moro, bodeguero y amigo personal entre otros del delantero brasileño, llegó al club a principio de temporada para mejorar la imagen corporativa del club, su comunicación y desarrollar el proyecto XII Pucela. El ya exvicepresidente se colocó en la primera línea mediática y llevó a cabo, o lo intentó, algunas reformas invadiendo, incluso, otras áreas, lo que abrió la primera herida con Suárez. Una vez que Moro ya no pertenece al club, la incógnita que se abre en qué situación queda José Luis Losada, el vicepresidente económico, que llegó al club en el mismo momento y cuya relación con el máximo accionista también está debilitada. De momento, ninguno de los dos participó en la celebración del 90 aniversario del club que tuvo lugar el miércoles por la noche sobre el césped del estadio Zorrilla.
Otra de las personas que llegó de la mano de José Moro al club fue José Antonio García Calvo, al área de marketing, cuya situación ahora se vuelve muy delicada. Y es que nadie en Valladolid cree que la dimisión de Moro acabe con la guerra interna, sino que sólo es un movimiento más de una persona dolida que llevaba más de medio año sin ir a un partido en Zorrilla, y que puede estar detrás de algunos de los intentos de compra del club.
Y mientras tanto, Suárez ni confirma ni desmiente que quiera vender el club después de estar 17 años al frente, siete de ellos como máximo accionista. Ayer el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, animó públicamente al presidente blanquivioleta a seguir en el club con la expresión: "Suárez, quedate". En estos días y sobre este asunto el propio Suárez sólo afirma “he hecho mi trabajo”, tener al equipo en Primera y sin deuda, y su equipo sigue trabajando en la planificación de la próxima temporada.
