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GRUPO B | IRÁN - ESPAÑA

David de Gea y diez más para una tarde de asedio en Kazan

Repite el meta y Hierro abrirá el campo con Carvajal y Lucas. Irán ganó a Marruecos con un 35% de posesión y sin tirar tras el descanso.

Los jugadores de la Selección, durante su entrenamiento en Kazan.
Los jugadores de la Selección, durante su entrenamiento en Kazan.EFE
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Hace tres meses, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, visitó Teherán y le pidió al presidente iraní, Hassan Rouhani, que permitiese el acceso de las mujeres a los estadios. No le arrancó ningún compromiso, aunque sí una declaración de intenciones. Y es que el fútbol quiere involucrar en su causa a la mitad de la población de un país de 80 millones de habitantes (el 1% del planeta) que ha convertido el Campeonato del Mundo en una ilusión nacional. Masoud, una de las figuras del equipo, exfutbolista de Osasuna y Las Palmas, también le rogó a Rouhani que abriera la mano: “Llevo muchos años en la selección y mi madre no ha podido ir a verme. Me dijo que tenía que pensarlo”. Hoy, en Kazan, ante España, se espera a 15.000 aficionados iraníes (en la grada el partido está perdido por goleada), cerca de la mitad mujeres, que sí pueden acceder a los estadios fuera del territorio nacional.

Ese es el debate menor en la selección de Queiroz. El de España está en David de Gea, al que Hierro está decidido a mantener a sangre y fuego. De Gea es el segundo portero que menos goles encajó en la Premier (28). En el curso se le contabilizan 115 paradas, 18 de ellas cruciales. Y detiene el 80% de los disparos que le llegan. Pero en España es otra cosa. Portugal anotó en los tres disparos que registró entre los tres palos. En La Roja ha encajado 19 goles en 30 partidos, pero nueve de ellos llegaron en los últimos seis. Es caso cerrado para Hierro, quien anunció que hoy jugarán De Gea y diez más.

El partido le ofrecerá una oportunidad a Carvajal, que se lesionó en el minuto 36 de la final de la Champions y aún no ha regresado. La crioterapia y la cámara hiperbárica han ayudado a su recuperación y todo apunta a su vuelta. Y también puede entrar Lucas Vázquez, porque nunca sobra un extremo para abrir un cerrojo. Aún no ha jugado un partido completo con España pero el Madrid le ha acostumbrado a sacar rivales de la madriguera.

Y es que Irán promete amurallarse. En 15 de sus últimos 19 partidos oficiales no ha encajado gol. Sus armas son el balón parado y la paciencia. Así le ganó a Marruecos en el primer partido: con seis jugadores en campo propio durante la mayor parte del encuentro, con una posesión del 35%, que en el último cuarto de hora bajó al 28%, con la mitad de pases que su rival, sin un disparo en la segunda mitad y sacando petróleo de un autogol. Fue una exageración de ese fútbol de contención al que se ve abocado en las grandes citas.

Para Irán, una carrera de obstáculos

Porque Irán pelea contra la falta de tradición de su fútbol y contra los muros que levanta la política. Masoud y Safi fueron apartados de la selección por jugar un partido de tercera ronda de clasificación de la Europa League con su equipo, el Panionios, frente al Maccabi. Los deportistas iraníes tienen prohibido enfrentarse a equipos de Israel. El Gobierno considera que ese gesto sería un reconocimiento implícito del Estado hebreo. El Panionios perdió en la ida sin ellos y les obligó a disputar la vuelta. Cinco millones estaban en juego. Ocurrió en julio del año pasado y Queiroz no pudo conseguir que se levantara el veto hasta marzo.

Además, vio cómo Grecia suspendía un amistoso el 2 de junio en Estambul por una crisis diplomática con el Gobierno turco. Ofreció Atenas, pero el hecho de que la selección griega cuente con acuerdos de publicidad estática con compañías de bebidas alcohólicas y apuestas impidió la celebración del choque. Tampoco Kosovo quiso medirse a Irán. Y Nike decidió no suministrar botas a los futbolistas de Queiroz invocando a las sanciones impuestas a Irán hace 40 años.

Con todo, comparece en mejores condiciones que nunca en un Mundial. Dejagah, que nació en Teherán, se crió en Berlín y jugó en todas las categorías inferiores de Alemania (fue campeón de Europa Sub-21 en 2009 con Özil, Neuer, Boateng, Khedira y Hummels), así lo atestigua: “Nunca hemos sido tan fuertes. Tenemos más jugadores en Europa (12, frente a los seis de Brasil 2014) y más experiencia. Hace cuatro años lo basábamos todo en una gran defensa y el contragolpe. Ahora también tenemos talento en ataque”. Catorce de los futbolistas de Queiroz juegan fuera, pero ninguno en las cinco grandes ligas europeas. El más cotizado es Jahanbakhsh, del AZ Alkmaar. Con 21 goles acabó como pichichi en la Eredivisie holandesa. Sus compañeros hoy levantarán un muro (sin Cheshmi, lesionado) frente a España. Nada que la Selección no haya visto en los últimos diez años.

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