El Real Valladolid vuelve cuatro años después a Primera División, en el sexto aniversario del último ascenso y a días de cumplir 90 años, tras hacer buena la renta obtenida en Soria el pasado miércoles (0-3). El Numancia tuvo opciones de ganar el encuentro, pero después le fallaron las fuerzas y no inquietó la portería de Masip en un encuentro muy influenciado por el resultado favorable a los pucelanos.
Sergio González volvió a su once habitual y devolvió la titularidad a Hervías y Toni en los extremos, mientras que Arrasate repitió la idea de La Romareda, apostando por reforzar el centro del campo para ganar la zona ancha. Con esta idea, los sorianos dominaron los primeros minutos del encuentro. Pese a ello, la primera ocasión fue de Hervías, que lanzó desde fuera del área, y Aitor despejó con problemas. El control del partido en estos primeros minutos llevó al Numancia a tener las dos ocasiones más claras de la primera parte. Higinio se revolvió en el área y disparó, pero su tiro lo despejó con problemas Masip, entonces el héroe de La Romareda, Diamanká, empaló e hizo lucirse al meta pucelano, de nuevo. Fue la ocasión, doble, más clara de los de Arrasate. A partir de este punto empezaron a emerger Hervías y Plano que trataron de proveer de balones a Mata, quien pidió un penalti cuando estaba a punto de chutar, y tuvieron una ocasión cada uno a balón parado. Hervías de falta que despejó Aitor y Plano de córner, pero corrió la misma suerte. Aunque la ocasión más clara fue de Kiko Olivas, cuyo cabezazo se fue al palo.
En la segunda parte, Arrasate se la jugó, hizo tres cambios en el descanso y trató de buscar la portería de Masip sin muchas opciones. El Valladolid controlaba el partido sin problemas y luchaba por llevarse la victoria. Olivas puso a prueba a Aitor, pero los pucelanos no tuvieron muchas más ocasiones pese al control. En la portería contraria sólo Manu del Moral en dos balones parados consiguió rematar fuera. A la tercera fue la vencida y el exblanquivioleta consiguió adelantar a los numantinos. La fiesta no disminuyó, pero el Valladolid no quería perder y Mata empató el partido en una jugada personal para cerrar una maravillosa temporada que acaba con el ascenso y con un jugador que marca 35 goles, récord absoluto en Segunda División.