Natalia Mijáilovna Vodiánova (Nizhny Nóvgorod, Rusia, 28 de febrero de 1982) fue una de las grandes protagonistas en la inauguración del Mundial de Rusia . La modelo y actriz rusa fue la encargada de entregar la Copa del Mundo sobre el césped del estadio de Luzhniki junto a la leyenda española Iker Casillas . A sus 36 años, Natalia sigue siendo una supermodelo. En su país la conocen como Supernova por su fuerza de superación y cambiar radicalmente su vida en poco tiempo.
La modelo pasó de una infancia sumida en la pobreza a una vida de riqueza y lujo . Todo gracias a un gran contrato que firmó con Calvin Klein , con quien firmó por ocho temporadas un contrato de siete cifras. Ahí le cambió la vida. Tanto que en 2012, quedó en tercer lugar en la lista de modelos con ingresos elaborada por Forbes. Aunque su vida nunca fue fácil.
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Natalia Vodianova con la Copa del Mundo. Catherine Ivill Getty Images Nacida en el seno de una familia humilde vivió con su madre y sus dos hermanas pequeñas, una con parálisis cerebral. Desde bien pequeña supo el valor del trabajo. Ayudaba a su madre en un puesto de fruta hasta que, junto a una amiga, pudo poner uno propio para aportar su granito de arena. Con 15 años ya soñaba con ser modelo y se inscribió en una academia. Aprendió inglés en tres meses para poder dar el salto a la élite. Con 17 años ya vivía en Paris. De ahí, al estrellato. Es una de las modelos más cotizadas y ha trabajado con las grandes marcas mundiales. Ahora también sirvió de imagen para su país. Una niña humilde que soñaba con ser modelo y lo logró con esfuerzo e ilusión. Vodianova es un ejemplo de superación.