Joaquín dirige a un Atlético que ya tiene un pie en la final
El equipo rojiblanco juvenil se impuso por 3-0 en la ida de las semifinales de la Copa del Rey con los goles del extremo, de Borja y de Giovanni en el descuento.
Suele decirse que el fútbol es un juego de errores y Joaquín Muñoz reinó entre los fallos del Athletic de Bilbao. El ‘11’ del Atlético volvió a ser el gran protagonista como ya ocurrió en Barcelona en los cuartos de final, donde consiguió un doblete, y el equipo madrileño dio un paso de gigante para estar en la final de la Copa del Rey Juvenil marchándose a Bilbao con un fantástico 3-0 en la eliminatoria.
Y es que el equipo visitante no fue peor con el balón, pero erró en las zonas del campo donde no se puede hacerlo y lo pagaron por un Joaquín eléctrico preparado para castigar cada regalo. El Athletic empezó dominando y generando peligro ante la portería de Alex dos Santos, aunque fue el atlético Borja Garcés el que tuvo la primera gran ocasión del partido. El ‘9’ recibió una buena asistencia de Joaquín en el área pero remató por arriba cuando parecía haber hecho lo más difícil en el giro. Tras el susto, el Athletic volvió a hacerse poseedor del esférico y generó miedo en la defensa del Atlético principalmente a través de centros al área de Artola desde la derecha. El propio Artola tuvo la ocasión más clara para los visitantes rematando de cabeza al larguero y obligando a Alex a actuar en el rechace. Aitor Paredes fallaba solo de nuevo en un balón aéreo cuando tenía todo a favor y Borja Aguirre también cabeceaba sin encontrar puerta.
Pero en el minuto 30 todo cambió. Un grave fallo en el pase de Gorka Aguirre dejaba a Joaquín sólo contra el portero desde el centro del campo. Y el extremo izquierdo, que ya estaba siendo el jugador colchonero más peligroso, lo hizo fantástico superando a la salida de De Miguel con un autopase y definiendo cuando parecía quedarse sin ángulo. A partir de esa media hora el encuentro se equilibró, Andy ganó presencia en el centro del campo y Joaquín comenzó a entrar en juego con más asiduidad, siempre con peligro. Sólo seis minutos después el Atlético ampliaba el marcador, de nuevo aprovechando un fallo del Athletic, en esta ocasión en el centro del campo. Lo volvió a explotar Joaquín, que dribló hacia el centro y asistió a Borja que en esa ocasión definió a la perfección utilizando la bota izquierda con sutileza ante De Miguel en un movimiento de killer. El partido llegaba al descanso con el Atlético eufórico y el Athletic grogui por los dos golpes recibidos.
Una dinámica que se mantendría en el inicio de la segunda mitad donde el equipo local pudo ampliar el marcador por medio de Borja Garcés y de Óscar Clemente, pero ambos se encontraron con De Miguel. El portero evitó el gol del ‘10’ con una fantástica parada en el mano a mano después de que Joaquín hubiese dejado sólo a Óscar con un taconazo. Mientras, el Athletic seguía fallando ocasiones generadas a través de centros laterales, con Jon Cabo como protagonista de la oportunidad más grande. El equipo vasco fue arriba a la presión a cara o cruz, descuidando su defensa en la busca de un gol que equilibrase la eliminatoria.
Ahí los últimos minutos fueron de locura, donde el árbitro evitaba un dos contra el portero del Atlético en el minuto 88 señalando un fuera de juego inexistente y San Millán no recortaba distancias porque remataba fuera con la pierna izquierda un centro casi en el área pequeña. El Athletic mandó a sus 10 jugadores a campo contrario y el Atlético falló en la primera gran contra, pero no lo hizo en el minuto 92 cuando Óscar Clemente asistió a Giovanni para hacer el tercer gol sin portero que prácticamente certifica la eliminatoria y que sitúa al Atlético a un paso de ampliar la colección de títulos en una maravillosa temporada donde ya ha conquistado la Liga y la Copa de Campeones.