Celta B y Cartagena dejan la resolución para la vuelta

El miedo a encajar un gol fue más fuerte que la valentía de anotar. Celta B y Cartagena tuvieron muy presente la ley de la manta y prefirieron taparse los pies. De hecho, los primeros quince minutos fueron de tanteo puro y duro. Rompió la monotonía Juan Hernández, con un cabezazo franco que no pudo dirigir a puerta.

El susto puso en aviso a los albinegros, que decidieron dar un paso adelante, pero no era el día de la puntería. Chavero tuvo la más clara, pero se entretuvo en demasía con el balón y el tiro ya fue muy forzado. Luego Aketxe probó a Sotres y Chavero lo volvió a intentar, otra vez con el punto de mira desviado.

El descanso le sentó bien al Celta, que tras la reanudación fue más agresivo en ataque. Álex y Juan Hernández dispusieron de dos ocasiones idénticas, pero sendos zurdazos no vieron puerta. El filial céltico acosó en los primeros instantes del segundo tiempo al Cartagena. Viendo el chaparrón, los visitantes, expertos en estas lides, cortaron el juego con pérdidas de tiempo que acabaron por enfriar el ímpetu local.

No obstante, la segunda parte siguió siendo celeste. Dennis remató desviado y Brais lo intentó de falta directa, obligando a Pau Torres a despejar con los puños. Eso sí, la ocasión más clara del segundo acto fue para los albinegros. Sotres salió fuera del área para despejar de cabeza, pero el balón cayó a los pies de Owusu. No había portero, pero Ros ejerció de bombero y apagó el incendio de su compañero.

Drazic tuvo el gol sobre la bocina, con un disparo seco que pegó en la red. Barreiro gritó gol, pero no. No hubo gol y todo queda para la vuelta. El Cartagena tendrá el aliento de su público, pero al Celta B le basta con no perder para seguir vivo en su sueño de ascender a Segunda.