Barris, atleta perico, recibirá la Creu de Sant Jordi
Compitió en los 50 y 60, luego fue entrenador y en 2006 reabrió la sección de atletismo del Espanyol, que se mantuvo con vida hasta 2009.
No es habitual que un perico reciba una distinción tan arraigada como la Creu de Sant Jordi, un premio que otorga la Generalitat a aquellas personas que hayan prestado servicios destacados a Cataluña. Pero el entorno blanquiazul está de enhorabuena, ya que Tomás Barris, ex atleta del Espanyol en la década de los 50 y 60 y persona que se encargó de reabrir la sección de 2006 a 2009, será uno de los próximos premiados cuando se restablezca de manera ordinaria la Generalitat.
Nacido en 1930 en Barcelona, debutó por primera vez en la Jean Bouin de 1947, pero no fue hasta 1955 cuando empezó a mejorar sus marcas y a convertirse en un pionero. Fue gracias a la mano de entrenador finlandés Olli Virho, preparando los II Juegos Mediterráneos, que se celebraban en la ciudad condal. En su historia, al margen de pertenecer al Espanyol (“nos entrenábamos en Sarrià”, recuerda para AS a sus 88 años), logró 34 récords absolutos, 16 campeonatos de España y participó en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960. Posteriormente, una vez se retiró tras convertirse en el primer atleta español conocido en Europa, se dedicó a investigar el entrenamiento de su deporte y fue técnico de numerosos deportistas que después también siguieron sus pasos internacionales.
A partir de 2006 se creó la Associació Esportiva Blanc i Blau Pro-Seccions, cuyo principal impulsor fue Barris. Atletas como María Vasco, la única española en conseguir una medalla olímpica en atletismo (Sidney-00) hasta que Ruth Beitia consiguió el oro en Río 2016, lucían los colores blanquiazules y el escudo en sus pruebas. Un histórico, Tomás Barris, lo es ahora todavía más.