El Nàstic asaltó El Alcoraz y se acerca aún más a la permanencia. El conjunto grana tiró de casta y entrega para sumar tres puntos vitales gracias a un Uche que sigue en estado de gracia y demostró que la llegada de Gordillo al banquillo tarraconense ha sido balsámica. Los oscenses recibieron el pasillo al inicio del encuentro y vivieron una fiesta merecida ante su público, pero no pudieron brindarles una victoria.
El conjunto se inició al ralentí, pero fue el Nàstic el que buscó con más insistencia el área de un Huesca que basó su poderío a la contra con un Chimy Ávila eléctrico y un persistente Cucho Hernández. Con el paso de los minutos, el conjunto grana se fue asentando sobre el terreno de juego y supo jugar con la presión porque los resultados en el resto de estadios no le acompañaban. Aun así, las órdenes que transmitió Gordillo fueron sencilla y precisas y Tejera y Márquez hicieron jugar a su equipo con transiciones comedidas. Ya tras el descanso, el Nàstic quiso ponerle una marcha más al partido, pero no lo logró hasta que aparecieron Dumitru y Uche sobre el terreno de juego. Este último dio mucho oxígeno a su equipo y poderío ofensivo y, en el 72’, tuvo premio. Se adelantó a Rulo tras un centro de Abraham desde la banda izquierda e hizo el 0-1. Tanto que dio alas al conjunto tarraconense y le permitió controlar mejor las pulsaciones. En los últimos minutos, al Nàstic le tocó sufrir, pero la roja directa a Akapo en el 84’ mermó las acometidas oscenses. Los de Gordillo suman tres puntos que les dejan en una situación privilegiada para sellar la permanencia. Tienen dos puntos de margen respecto al descenso.