Borja Garcés, el nuevo Niño del Atleti le pide un sitio a Simeone
El ariete, una de las revelaciones de la cantera, marcó un gran tanto en Nigeria. El goleador del Juvenil A apunta a la pretemporada.
Vitolo filtró un pase entre los defensas y Borja Garcés (Melilla, 1999) dejó correr la pelota para luego soltar un derechazo a la escuadra. Era el 2-3 en Nigeria y Simeone lo celebró con entusiasmo, por muy amistoso que fuera. El ariete del Juvenil, con el 28 a la espalda, hizo bueno el viaje y aprovechó la media hora que le dio el Cholo mostrándole lo bien que se le da su oficio: el gol. Esta vez fue con la derecha, pero le pega con las dos piernas.
Borja Garcés es una de las joyas del Juvenil A y durante la primera vuelta lo fue del Juvenil Madrileño (no pasó antes al A por la sanción FIFA tras marcar 16 goles en la 16-17), así que puede decirse que fue doble campeón de grupo en División de Honor. En la Copa de Campeones, el melillense fue decisivo para lograr el título: marcó un gol en cuartos en el duelo fratricida ante el Madrileño, su ex, y el primero de la final frente al Sporting. También anduvo fino en la Youth League: debutó en febrero en casa del Zelejznicar bosnio y logró un doblete. En la siguiente ronda, ante el Basilea, se lesionó en el bíceps femoral y se perdió varias semanas de competición. Pero regresó a tiempo: Copa de Campeones, Copa del Rey (también logró un tanto este sábado), Nigeria...
Está siendo una gran primavera para Borja y puede ser un buen verano también. El cuerpo técnico del primer equipo maneja una lista de canteranos para llevárselos en pretemporada y vigilarlos de cerca. El delantero, que ya ha participado en alguna sesión con los mayores, tenía muchas papeletas en base a su rendimiento y su proyección, y el gol que logró ante los ojos de Simeone le da aún más opciones.
Llegó en 2016 del Rusadir y estuvo cerca del Málaga
Será el tercer verano de Garcés como jugador de la Academia rojiblanca. El delantero llegó en 2016 procedente del Rusadir, de Melilla. Tras una temporada en la que alcanzó los 30 goles y participó en el Campeonato de España de Territoriales, el Atleti le propuso hacer una prueba en el Cerro en mayo. En la secretaría técnica no lo dudaron y Borja pasó a ser parte de la familia rojiblanca.
Antes del Rusadir se formó en el Gimnástico Melilla y, paralelamente a su progresión como futbolista, siguió jugando al fútbol sala. También estuvo cerca de fichar por el Málaga y, en su último año en su ciudad, se entrenó con la UD Melilla, de Segunda B. Ahora brilla a las órdenes de Manolo Cano, aspirando a subir al filial y a ir dejándose ver como rojiblanco. Casualidad, cuando el Niño se va del Atleti, otros niños asoman reclamando una oportunidad…
