Prometedor Coutinho: 10 goles y 6 asistencias en 22 partidos
El brasileño, fichado como recambio de Iniesta, es un jugador distinto. Da menos continuidad al juego pero es letal en los últimos metros. El Barça espera aún más de él.
Se va Iniesta y, como se ha empeñado en repetir Valverde en las últimas semanas, sería un error que el Barça cometiese el error de buscar una réplica porque no la hay. Sin embargo, lo más parecido que encontró jugaba en Liverpool y se llama Philippe Coutinho. Al contrario que Dembélé, el brasileño no ha estado cinco meses adaptándose a la ciudad y al club. Su rendimiento ha sido inmediato. Es cierto, si se le quieren buscar peros, que es un jugador que no le da la misma continuidad al juego que Iniesta. Podría decirse que es menos enlace y menos enhebrador de juego. Es más regateador, más directo y más finalizador. Eso le quita elaboración al juego del Barça, creación de superioridades. Todo lo que no sale en la estadística y le daba Iniesta. Sin embargo, se trata de un jugador con un tremendo colmillo, que se va de su primera media temporada en el Barça con unos números espectaculares: 10 goles, la mayoría preciosos (aunque su único hat-trick en Valencia no sirvió de nada) y seis asistencias en 22 partidos oficiales.
Coutinho ha sido trascendente en el Barça. Puede recordarse su golazo en Mestalla en Valencia en la vuelta de la semifinal de Copa. Su asistencia a Luis Suárez en el 1-0 de la final del Wanda. Le ha dado gol a un equipo que había dependido en exceso de Messi y Suárez (y los chispazos de Paulinho). De hecho, ha acabado como cuarto máximo goleador del equipo en LaLiga sólo por detrás de los dos cracks y su compatriota. Todo ello, pese a jugar muchos días en una posición que no es su preferida, como interior derecho. Es probable que la marcha de Iniesta le permita empezar la próxima temporada en el perfil que le gusta, aunque desde por la derecha hizo precisamente sus dos jugadas más destacadas, las reseñadas ante Valencia y Sevilla.
Coutinho ha sido capaz de destacar en un equipo en el que todos los focos apuntan a Messi. Ese esfuerzo por hacerse notar desde el primer día le ha llevado a multiplicar carreras, desmarques y a desfondarse antes de la hora. En algunos partidos ha desaparecido en la segunda parte. Es un aspecto, la dosificación, que debe mejorar. El brasileño, que ahora se marcha al Mundial, ha dejado pistas de que puede ser un jugador decisivo en el Barça en su segundo año.