El japonés Inui 'apadrina' a Pipi, el Oliver Atom del Real Madrid
"Es técnicamente increíble", dice del cadete. Son paisanos de la prefectura de Shiga. Inui, que firmó con el Betis, espera ir a Rusia.
Takashi Inui se marchó de Eibar sin disputar la última jornada por una lesión, y ya no volverá a la ciudad vasca al menos como futbolista del equipo armero porque firmó por tres campañas (dos más otra opcional) con el Betis. El futbolista nipón está ya en su país recuperándose junto a su selección de unos problemas musculares y, tras entrar en una lista provisional de 27, espera estar entre los 23 que viajen a Rusia.
De carácter alegre, aunque parezca introvertido por su desconocimiento del español, Inui es muy conocido en su país por jugar en LaLiga y también por haberse convertido en algo así como el 'padrino' de otro japonés destinado a llegar muy lejos en España: Takuhiro Nakai, Pipi, cadete del Real Madrid que lleva cuatro años ya en España. Pipi, un centrocampista habilidoso en el regate, llegó del Azul de Shiga, la prefectura japonesa en la que también nació Takashi. Los paisanos se han fotografiado varias veces en las redes sociales y han compartido amistad a muchos miles de kilómetros de su país.
"Es técnicamente increíble. Y ya es más alto que yo", bromeó Inui hace sólo unos meses en Twitter tras fotografía tras medirse en una imagen con el futbolista del Real Madrid. Con menos de 15 años, Pipi supera el 1,70 (Inui mide 1,69, según cifras oficiales) y espera seguir creciendo en las categorías inferiores blancas. Hace unos dos años, el testimonio ante el TAS de la madre de este Oliver Atom resultó fundamental para que la FIFA redujera la sanción al Madrid en el caso de las irregularidades con menores foráneos.